Inventiva española

Voy a referirme al artículo Por qué innovan tan poco los españoles, firmado por Eduardo Punset, publicado el sábado 8 del mes actual.Admiro a Eduardo Punset por la inteligencia demostrada en cuanto escribe y publica, como este extenso trabajo. Sin embargo, creo que se ha equivocado de diario, porque los lectores de EL PAÍS, salvo excepciones, no son de The Washington Post.

Todo cuanto expone en unos miles de palabras es razonadamente verdad. Por qué innovan tan poco los españoles voy a decirlo en sólo cinco palabras: porque carecemos de estructuras adecuadas.

Sí, ya...

Voy a referirme al artículo Por qué innovan tan poco los españoles, firmado por Eduardo Punset, publicado el sábado 8 del mes actual.Admiro a Eduardo Punset por la inteligencia demostrada en cuanto escribe y publica, como este extenso trabajo. Sin embargo, creo que se ha equivocado de diario, porque los lectores de EL PAÍS, salvo excepciones, no son de The Washington Post.

Todo cuanto expone en unos miles de palabras es razonadamente verdad. Por qué innovan tan poco los españoles voy a decirlo en sólo cinco palabras: porque carecemos de estructuras adecuadas.

Sí, ya sé que hace 47 años se creó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Cómo no saberlo, si a lo largo de 33 años he sido funcionario de carrera de él, y 20 de ellos, jefe de la oficina de proyectos del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (Cenim).

La estructura del CSIC, que fue creada para funcionar en los años cuarenta, desde hace mucho tiempo es ineficaz -a pesar de los remiendos recibidospara crear e inventar ciencia, técnica y tecnología de punta o simplemente de segundo estadio.

Igual le sucede a nuestra industria, que, por estar colonizada, su estructura no permite la investigación, ni siquiera a nivel tecnológico.

En ambos casos, el problema es estructural, no de falta de dinero, como dicen algunos, aunque en algunos casos, aunque parezca contradictorio, en el CSIC se necesita.

Siemens, por citar una de nuestras multinacionales industrias, según anuncia estos días en las páginas de EL PAÍS, dedica más de 300.000 millones de pesetas en el mundo a investigación y desarrollo, en un área tan limitada como es la de la electricidad y electrónica.

Mientras, por ejemplo, el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas, que investiga en campo tan amplio como es el de todos los metales usados, sus aleaciones y soldadura, apenas dispone de la milésima parte de esa cantidad.

Sin contar, además, que nuestros investigadores y técnicos del CSIC se ven obligados a firmar documentos de dedicación y exclusividad, cuando no de prolongación de jornada (!), que les impiden hacer'otro trabajo, para disfrutar de una raquítica gratificación complementaria al sueldo, que les permite vivir a nivel de ayudante de segundo grado de investigador de cualquier país desarrollado que nos facilita ciencia, técnica y tecnología a pagar en dólares-

Pasa a la página siguiente Viene de la página anterior

jo. Ingeniero técnico industrial.