El Parlamento Europeo adopta una estrategia para combatir el problema de la droga

La votación sobre el informe de la comisión de investigación de la Comunidad Europea sobre el problema de la droga, que debía haberse celebrado ayer en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo, fue aplazada hasta la tarde de hoy, al haber surgido a última hora un texto de compromiso entre los parlamentarios. Todo parece indicar que el nuevo texto consensuado obtendrá hoy La aprobación de los parlamentarios europeos.La polémica final en la Comunidad Europea sobre el asunto de la droga puede resumirse en el enfrentamiento entre los autores del informe, que mantienen la tradicional po...

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La votación sobre el informe de la comisión de investigación de la Comunidad Europea sobre el problema de la droga, que debía haberse celebrado ayer en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo, fue aplazada hasta la tarde de hoy, al haber surgido a última hora un texto de compromiso entre los parlamentarios. Todo parece indicar que el nuevo texto consensuado obtendrá hoy La aprobación de los parlamentarios europeos.La polémica final en la Comunidad Europea sobre el asunto de la droga puede resumirse en el enfrentamiento entre los autores del informe, que mantienen la tradicional postura de tratar la drogadicción como un problema eminentemente penal y que, básicamente, ofrecen al drogadicto la dicotomía entre rehabilitación o cárcel, y la postura antiprohibicionista, que ha sido defendida por el diputado radical italiano Marco Panella, así como por los diputados de los verdes alemanes, que mantienen que, por lo menos, debería abrirse un debate sobre la posibilidad de legalizar la droga. Pero éstos no se atreven a utilizar el término legalización y prefieren llamar a su postura antiprohibicionista.La tesis de Panella se basa enla experiencia de la prohibición del consumo de alcohol en Estados Unidos durante los años veinte. Según el diputado radical italiano, una gran parte de las consecuencias de lo que se conoce como el azote de la droga es consecuencia de este prohibicionismo. Panella se refiere a la aparición de maflas, a la criminalidad, a las muertes por sobredosis o por infecciones, y a los problemas creados por los inmensos beneficios que obtienen los traficantes.

El diputado radical italiano considera que se ha querido "criminalizar un problema social", por lo que propone que las drogas se legalicen y que al mismo tiempo los Estados lanceri un gran campaña sobre su malignidad que prevenga a los posibles usuarios.

Los autores del informe, básicamente pertenecientes al sector a la derecha del arco parlamentario europeo, admiten que esta medida, ciertamente, haría desaparecer algunas de las lacras inherentes al problerna, pero tendría, sin embargo, un enorme coste social, puesto que haría asequible la droga a mucha más gente de la que la tiene a su alcance en la actualidad. Y basan su razonarniento en lo que llaman "la agresividad de la demanda", en el sentido de que estando tan fácilmente a su alcance, por ejemplo, cualquier adolescente que simplemente pasara un período depresivo podría convertirse en drogadicto.

Hay una tercera postura intermedia, que ha sido aplicada en países como España u Holanda y consiste en despenalizar el consumo pero no el tráfico. Los expertos consideran que esta última postura es la menos válida de todas, ya que pasa por alto el hecho de que el consumidor es, en la mayoría de los casos, también un pequeño traficante de la gran cadena de distribución, por lo que la despenalización del consumo coarta gravemente las posibilidades policiales de acceder al gran traficante.

Giro sustancial

El debate también ha puesto en evidencia un giro sustancial en la postura de los países productores de la droga, por lo general naciones del Tercer Mundo con escasos recursos económicos. Según Javier Puyol, un experto español secretario del grupo Pompidou, perteneciente al Consejo de Europa, que desde 1971 trabaja en el asunto de la droga, "hasta ahora la postura de estos Gobiernos no era de excesiva colaboración con la de los países consumidores de droga. Se limitaban a acusar a estos últimos de no controlar su demanda y aceptaban ciertas medidas de control en su propio país tan sólo si estaban acompañadas de fuertes sumas de dinero".

Puyol asegura que la situáción ha cambiado radicalmente, ya que, por un lado, estos países no han podido escapar a la plaga del consumo masivo de la droga por parte de sus propios ciudadanos, con lo que el problema de la criminalidad derivada de la drogadicción les afecta ya directamente. Pero, además, lo más importante ha sido el hecho deque los barones de la droga han conseguido acumular tal cantidad de poder económico e ihcluso político que amenazan la existencia, del propio Estado en cuestión.

En este sentido, los parlamentarios europeos no acabaron de ponerse de acuerdo sobre, la sustitución de cultivos en estos países. El informe establece una prioridad en este asunto y para ello pide la apertura de una línea de crédito especial que, al margen de las ya existentes en la ONU y otros organismos bilaterales, sirva para financiar este proceso. Se gún los expertos, esto plantea un gran problema: si los productores de coca y adormidera se dedican finalmente a plantar otros productos agrícolas, lo que importa es saber si van a poder venderlos para poder compensar lo que sacan actualmente de la droga.

El informe de la comisión de investigación aconseja a los países de la Comunidad Europea "garantizar la compra de un determinado porcentaje de los productos, de modo que se compensen las pérdidas debidas a las medidas que ella misma ha dictado. Los expertos consideran además que la ayuda de sustitución de cultivos sólo tiene sentido si está inmersa en un marco de política. de desarrollo equilibrado de estos países del Tercer Mundo.

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