Siria da por concluido su malestar con España tras la reunión de Asad con Fernández Ordóñez

La celebración ayer del encuentro entre Francisco Fernández Ordóñez y el presidente sirio, Hafez el Asad, es el principal éxito de la visita de 48 horas que el ministro de Asuntos Exteriores español ha realizado a Damasco. Esta entrevista, de alto contenido simbólico, confirma que Siria ha dado por cerrada la etapa de enfado con España que siguió al establecimiento de relaciones diplomáticas entre Madrid y Tel Aviv, el pasado enero. Fernández Ordóñez invitó a Asad a visitar España en nombre del rey Juan Carlos y del presidente Felipe González.

La delegación española afirmó oficialmente ...

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La celebración ayer del encuentro entre Francisco Fernández Ordóñez y el presidente sirio, Hafez el Asad, es el principal éxito de la visita de 48 horas que el ministro de Asuntos Exteriores español ha realizado a Damasco. Esta entrevista, de alto contenido simbólico, confirma que Siria ha dado por cerrada la etapa de enfado con España que siguió al establecimiento de relaciones diplomáticas entre Madrid y Tel Aviv, el pasado enero. Fernández Ordóñez invitó a Asad a visitar España en nombre del rey Juan Carlos y del presidente Felipe González.

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La delegación española afirmó oficialmente en los últimos días que su objetivo no era la entrevista con Asad y que el encuentro del lunes con el titular de Exteriores sirio, Faruk al Chareh, era ya un éxito.Sin embargo, los diplomáticos confesaban en voz baja que, dada la personalidad del presidente y su absoluto control de la política siria, el verdadero test de esta primera operación de altura del palacio de Santa Cruz en Oriente Próximo desde el establecimiento de relaciones con Israel era si Fernández Ordóñez vería o no a Asad. Sobre todo, cuando se recordaba que, en abril de 1984, Fernando Morán, entonces titular de Exteriores, se entrevistó con el presidente sirio, aunque para ello tuviera que esperar unas seis horas con los motores ya en marcha del avión que había de devolverle a Madrid.

Si Fernández Ordóñez tuvo un comienzo de viaje más bien desalentador, con cambios de programa por parte de sus anfitriones sirios, ocupados en ese momento en elaborar una táctica común con sus aliados libio e iraní, la espera del ministro español ha sido más corta que la de su predecesor en el cargo.

Hacia la una de la tarde de ayer, Fernández Ordóñez y sus acompañantes comían en el hotel Sheraton, a la espera de una llamada del gabinete presidencial, que había fijado el encuentro para una imprecisa "hora del almuerzo". No tuvieron que aguardar más de una hora porque hacia las dos de la tarde ya estaban delante de Hafez el Asad.

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El encuentro se celebró en la vivienda particular del presidente, una casa del céntrico barrio damasceno de Abu Rumane que Fernández Ordóñez describió como modesta". Asad se mostraba en aparente buen estado de salud y, según Fernández Ordóñez, "simpático y relajado, francamente encantador".

El presidente sirio ha sido descrito por la mayoría de los que han hablado con él en los últimos años como un hombre tan firme y hasta duro en sus decisiones como suave y cortés en sus formas. No es un dirigente que pierda el control de sus nervios y hasta para dar tremendas estocadas a sus enemigos políticos sabe mostrarse delicado.

Fernández Ordóñez no informó a los periodistas españoles del contenido de su conversación con Asad. Sólo dijo que de él se desprende una " sensación de talento y finura política" y que se había mostrado "muy afectuoso con España". El encuentro duró 50 minutos y en su transcurso el presidente sirio habló en árabe y el ministro español en inglés y castellano. Asad, nacido en 1928 en el seno de una familia campesina de confesión alauí, casado, padre de cuatro hijas y un hijo, es jefe del Estado sirio desde 1970.

Aunque Fernández Ordóñez no quiso comentar el asunto con los informadores, la agencia oficial siria Sana informó en la tarde de ayer que le había entregado a Asad sendos mensajes personales del rey Juan Carlos y del presidente González en los que se reiteraba la amistad de España con el mundo árabe y se invitaba al líder sirio a visitar pronto nuestro país. Asad prometió contestar en breve a esta invitación. Ésta fue la segunda noticia del día en la radio y la televisión sirias, tras el resumen de la actividad del presidente durante el pasado lunes en Libia.

Los periodistas españoles que cubrieron la visita de Fernández Ordóñez, que regresó a España poco después de su encuentro con Asad, no fueron autorizados a desplazarse a la residencia presidencial. El enviado especial de Televisión Española tampoco pudo lograr que un equipo local de imagen y sonido registrara la entrevista. Asad dispone del suyo propio, único autorizado a suministrar imágenes, siempre sin voz, de sus actividades.

A media mañana, Fernández Ordóñez se había encontrado con el vicepresidente Abdel Jalim Jadam, con el que, según la versión del ministro español, habló de Líbano, país sobre el que Jadam es especialista. "El vicepresidente", dijo Ordóñez, "me ha dicho que Siria no puede sustituir la necesaria concordia entre las partes libanesas y también que, en su opinión, Europa se ha desinteresado en exceso de buscar la paz en ese país".

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