CERCO AL 'APARTHEID'

Duras críticas de la oposición blanca a Botha

La decisión adoptada el viernes por el Gobierno surafricano del presidente Pieter Botha de imponer nuevas medidas para reforzar el estado de emergencia vigente desde el pasado 12 de junio ha suscitado duras críticas por parte de la oposición liberal blanca.

Según declaró ayer Helen Suzman, portavoz del Partido Federal Progresista (PFD, oposición parlamentaria blanca), esta decisión "provocará el disgusto del mundo civilizado".

Los decretos aprobados el viernes por el régimen de segregación racial de Pretoria endurecen las condiciones del estado de emergencia al adjudicar a lo...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La decisión adoptada el viernes por el Gobierno surafricano del presidente Pieter Botha de imponer nuevas medidas para reforzar el estado de emergencia vigente desde el pasado 12 de junio ha suscitado duras críticas por parte de la oposición liberal blanca.

Según declaró ayer Helen Suzman, portavoz del Partido Federal Progresista (PFD, oposición parlamentaria blanca), esta decisión "provocará el disgusto del mundo civilizado".

Los decretos aprobados el viernes por el régimen de segregación racial de Pretoria endurecen las condiciones del estado de emergencia al adjudicar a los comisarios de la policía local el poder de aplicar las medidas de excepción y de controlar los movimientos de los militantes opositores.

Según declaró Helen Suzman, las nuevas medidas que se añaden al estado de emergencia -a pesar de los fallos emitidos a favor de su levantamiento en los últimas semanas- "son rídiculas".

La portavoz del PFP, que ha efectuado un llamamiento a favor de la desobediencia civil, dijo que "es precisamente el tipo de medidas que hay que evitar adoptar cuando uno se encuentra a punto de ser sometido a sanciones económicas".

Por su parte, el jefe del Partido Federal Progresista, Colin Eglin, calificó la decisión de aprobar estas medidas como un hecho "deplorable y vergonzoso". Eglin añadió que el presidente Pieter Botha debería, por el contrario, haber abolido el estado de urgencia y permitido "la vuelta a un régimen democrático normal".

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Por otra parte, para el movimiento Black Sesh -grupo femenino de ayuda mutua a los negros-, las nuevas medidas aprobadas por el Gobierno surafricano "confirman nuestra creencia de que el Estado está decidido a imponer el silencio a cualquier tipo de oposición democrática y ampliamente representativa" en el país.

Archivado En