El Gobierno mantiene interrumpidas sus relaciones con el Frente Polisario
El Gobierno español mantiene congeladas sus relaciones con el Frente Polisario desde que, el pasado mes de septiembre, decidió clausurar las oficinas en España de esta organización saharaui y expulsar a sus representantes, según coincidieron ayer en informar dos fuentes diplomáticas españolas.Aquella decisión fue tomada después de que el Frente Polisario ametrallara al pesquero Junquito y a la patrullera de la Armada Tagomago, matando a un pescador y a un soldado.
Desde entonces no ha habido ningún contacto directo con el Frente Polisario, si bien la Administración español...
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El Gobierno español mantiene congeladas sus relaciones con el Frente Polisario desde que, el pasado mes de septiembre, decidió clausurar las oficinas en España de esta organización saharaui y expulsar a sus representantes, según coincidieron ayer en informar dos fuentes diplomáticas españolas.Aquella decisión fue tomada después de que el Frente Polisario ametrallara al pesquero Junquito y a la patrullera de la Armada Tagomago, matando a un pescador y a un soldado.
Desde entonces no ha habido ningún contacto directo con el Frente Polisario, si bien la Administración española ha observado la entrada en España de algún representante de menor nivel de la organización saharaui, así como de un grupo de mujeres que participó en un programa de TVE.
Las fuentes diplomáticas españolas consultadas no descartaron, sin embargo, que haya habido contactos indirectos con dirigentes polisarios en actos sociales en los que han participado diplomáticos españoles destinados en el extranjero.
Giro del PSOE
El PSOE consideraba al Frente Polisario, cuando aún estaba en la oposición, único representante del pueblo saharaui y pedía la denuncia de los Acuerdos de Madrid, por los que el último Gobierno de Franco decidió la cesión del Sáhara a Marruecos y a Mauritania.Sin embargo, tras llegar al poder, en octubre de 1982, el PSOE abandonó estos puntos de vista, acercándose a las tesis marroquíes.
A pesar de este giro radical, el actual Gobierno español ha venido manteniendo contactos regulares, pero discretos, con la organización saharaui.
Interrupción drástica
Estos contactos fueron interrumpidos de manera drástica tras los ametrallarnientós del Junquito y la Tagomago. Hasta ese momento se pudieron localizar diversas entrevistas entre líderes de la República Árabe Saharui Democrática (RASD) y autoridades españolas. El más conocido fue el que se dio, en enero de 1985, entre el número dos del Ejército de Liberación Saharaui, Bachir Sayed, y el entonces ministro español de Exteriores, Fernando Morán.