La intoxicación alimentaria en un campamento de Cercedilla, atribuida a huevos en mal estado

Una partida de huevos en mal estado parece confirmarse como la causante de la salmonella enteriditis sufrida el pasado jueves por 76 niños y 10 adultos de un campamento del Ayuntamiento de Madrid situado en Cercedilla, según informó Enrique Moral, segundo teniente de alcalde. Moral explicó que los niños que ese día salieron a primeras horas de acampada a Peñalara y los que quedaron en el colegio La Paloma comieron, respectivamente, tortilla de patatas y ensaladilla rusa hechas con la misma partida de huevos. Ayer hubo otras 15 altas. Continúan ingresados 55 niños y nueve adultos.

El inf...

Una partida de huevos en mal estado parece confirmarse como la causante de la salmonella enteriditis sufrida el pasado jueves por 76 niños y 10 adultos de un campamento del Ayuntamiento de Madrid situado en Cercedilla, según informó Enrique Moral, segundo teniente de alcalde. Moral explicó que los niños que ese día salieron a primeras horas de acampada a Peñalara y los que quedaron en el colegio La Paloma comieron, respectivamente, tortilla de patatas y ensaladilla rusa hechas con la misma partida de huevos. Ayer hubo otras 15 altas. Continúan ingresados 55 niños y nueve adultos.

El informe elaborado por el Ayuntamiento de Madrid tras recabar la versión de los responsables del centro de Cercedilla indica que de los 87 niños que el pasado día 1 llegaron al colegio 37, junto a tres monitores, salieron de acampada el pasado jueves, después de desayunar, con destino a Peñalara. A mediodía, estos niños comieron un bocadillo de tortilla de patatas, uno de jamón de york y fruta, mientras los 50 que quedaban abajo, junto al resto del personal del centro, comían ensaladilla rusa.La reacción entre ambos grupos se produjo casi de forma paralela. En la tarde del jueves algunos de los niños del campamento empezaron a sentirse mal. "Hacia las doce de la noche se generalizó el malestar, con diarreas y dolores de cabeza. No se pudo avisar de lo que ocurría debido a lo apartado del terreno y a la falta de visibilidad", dijo Moral.

Entretanto, en el albergue de Cercedilla, según el informe, los primeros síntomas comenzaron después de cenar, precisamente tortilla de patatas y albóndigas. Hacia la 1.30 del viernes comenzaron las molestias, por lo que, siempre según el informe, a las dos de la madrugada se llamó a la Cruz Roja, con la que el Ayuntamiento de Madrid tiene un convenio. Desde la Cruz Roja, según Moral, y como estos síntomas no afectaban a todos los niños, se dieron unas instrucciones para atenderlos.

"Sobre las seis de la mañana, como ya afectaba a una gran mayoría, se llamó al médico del ambulatorio de la Seguridad Social que se reparte el servicio de la semana con el de la Cruz Roja, y 20 minutos después los niños eran examinados y se les prescribía unos medicamentos. A esa hora no se podía saber si podía tratarse de una salmonellosis, pues había niños que habían comido lo mismo y no estaban enfermos. A las nueve de la mañana llegó el médico de la Cruz Roja, que a las 11.30 ordenó el traslado de los más afectados hacia Madrid", dijo el concejal.

Los que estaban en la acampada se pusieron ya el viernes por la mañana en marcha hacia Valcotos para dar la voz de alarma. Los que estaban en mejores condiciones bajaron a Cercedilla en tren, mientras el resto tuvo que ser evacuado del campamento.

Análisis pendientes

A pesar de que, según el concejal, la causante podría ser la partida de huevos con la que se hicieron las tortillas y la mayonesa de la ensaladilla rusa, se está a la espera de que el Centro de Nacional de Alimentación de Majadahonda y el Laboratorio Municipal de Madrid terminen los análisis hechos sobre muestras de ensaladilla rusa, carne picada, tortilla de patatas y huevos frescos.Eloísa Bernal, directora del hospital del Rey, donde fueron hospitalizados todos los niños, informó que el niño David Machuca ya ha salido de la unidad de vigilancia intensiva (UVI), en donde no fue ingresado por su gravedad, sino porque se arrancaba los tubos del suero. Otros dos niños, cuya identidad no se ha facilitado, han tenido que ser ingresados en la UVI por problemas de deshidratación.