CAMPAÑA ELECTORAL

Los socialistas potenciaron la industria de armamento

La fuerte potenciación de la industria española de armamento -que ocupa a más de 40.000 personas-, la incorporación de España a numerosos proyectos de avanzados sistemas europeos de armas y la adquisición en el exterior de costosos cazas y misiles han sido iniciativas del jecutivo socialista que, en los primeros meses de Gobierno, sorprendieron a gran parte de la opinión pública española. Esas medidas; originaron fuertes críticas desde sectores de la izquierda, que recordaron las manifestaciones pacifistas y antiarmamentistas a lasi que asistían los dirigentes del PSOE en años anteriores.Uno d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La fuerte potenciación de la industria española de armamento -que ocupa a más de 40.000 personas-, la incorporación de España a numerosos proyectos de avanzados sistemas europeos de armas y la adquisición en el exterior de costosos cazas y misiles han sido iniciativas del jecutivo socialista que, en los primeros meses de Gobierno, sorprendieron a gran parte de la opinión pública española. Esas medidas; originaron fuertes críticas desde sectores de la izquierda, que recordaron las manifestaciones pacifistas y antiarmamentistas a lasi que asistían los dirigentes del PSOE en años anteriores.Uno de los tres objetivos básicos fijados en el programa electoral de 1982 consistía en "aumentar el grado de autoabastecimiento de las Fuerzas Armadas mediante el desarrollo planificado de la industria nacional". "El Estado", añadía, "controlará la fabricación de armamentos y el comercio exterior de armas".

En la pasada legislatura, las exportaciones de armas han superado los 100.000 millones de pesetas, y desde los ministerios de Defensa e Industria se han establecido sistemas para que la industria de armas, pública -en un 80%- o privada, fabrique aquello que el Gobierno considera adecuado. En estos años se ha pasado de fabricar armas cortas, vehículos y munición al desarrollo de programas para fabricar misiles -como el Teruel- carros de combate -como el Lince- y aviones de combate.

Mediante la creación de la Comisión Asesora de Armamento y Material (Cadam) -formada por empresarios y autoridades de la Administración-, el Estado controla más la fabricación de armas, pero no, aunque constaba en el programa electoral, la exportación de las mismas. En 1984, la empresa Gamesa fue la que más armas exportó -más de 10.000 millones de pesetas-, pero la firma era desconocida en la Administración.

El Gobierno prometió en 1985 aprobar una nueva legislación para controlar las exportaciones -se continúan vendiendo armas a Irán, Irak o Chile-, pero aún no lo ha hecho.

Si la primera línea de actuación en este objetivo de autoabastecimiento consistió en fortalecer la industria nacional, la segunda se centró en negociar compensaciones tecnológicas y económicas cada vez que se produjeran adquisiciones en el exterior.

La pompra de los 72 F-18 del programa FACA -300.000 millones de pesetas-, los 18 lanzadores de misiles Roland -39.000 millones- o los 12 Harrier de despegue vertical -35.000 millones- han supuesto la firma de contratos de compensaciones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Acuerdos de cooperación

El ministro de Defensa, Narcís Serra, ha protagonizado las. iniciativas tendentes a encontrar fórmulas de colaboración en programas conjuntos de armamento con países europeos. España ha suscrito acuerdos de colaboración militar con todos los países europeos de la OTAN y, dentro de la Alianza, participa ya en más de 30 proyectos comunes de armas -como la fragata de los noventa, el misil anticarro o la ver sión europea del misil Maverick-, mientras que Serra ha logrado que sus colegas europeos lo designaran presidente del Grupo Europeo Independiente de Programas, cuyo fin es desarrollar nuevas armas frente a la competencia de EE UU.Para el Gobierno, todas estas decisiones contribuirán a elevar el nivel tecnológico de la industria nacional. Para la oposición de izquierdas, España se ha plegado, en su política estratégica y de armamento, a los deseos de la OTAN.

Sobre la firma

Archivado En