Rechazada por un voto la supuesta discriminación racial de una empleada

El pleno de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea de Madrid rechazó ayer por nueve votos contra ocho que hubiera existido discriminación racial en el traslado de puesto de trabajo de la empleada Araceli Heredia Amador, que hasta octubre de 1985 prestaba sus servicios en el polideportivo de San Juan Bautista, dependiente del Instituto Municipal de Deportes (IMD). Araceli Heredia, acompañada de un grupo numeroso de trabajadores del polideportivo y de representantes de Presencia Gitana, se encontraba presente en el pleno.

La disciplina de partido hizo que los nueve diputados s...

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El pleno de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea de Madrid rechazó ayer por nueve votos contra ocho que hubiera existido discriminación racial en el traslado de puesto de trabajo de la empleada Araceli Heredia Amador, que hasta octubre de 1985 prestaba sus servicios en el polideportivo de San Juan Bautista, dependiente del Instituto Municipal de Deportes (IMD). Araceli Heredia, acompañada de un grupo numeroso de trabajadores del polideportivo y de representantes de Presencia Gitana, se encontraba presente en el pleno.

La disciplina de partido hizo que los nueve diputados socialistas presentes en la comisión votaran a favor y los restantes ocho -uno del Grupo Mixto, uno del Grupo Comunista y seis de Coalición Popular- votaran. en contra.Tanto el portavoz del Grupo Mixto, José Luis Casas, como el portavoz del Grupo Comunista, Lorenzo Hernández, insistieron en que los responsables del Instituto Municipal de Deportes habían incurrido en profundas contradicciones entre ellos y que el traslado de Araceli Heredia no estaba justificado ni por necesidades del servicio, ni por la antigüedad de la trabajadora, ni por la presunta cercanía de su domicilio a su nuevo, puesto de trabajo en el polideportivo de San Cristóbal de los Ángeles, "por lo que", afirmó José Luis Casas, "debe haber otras razones menos confesables".

El portavoz del Grupo Popular, Hermman Oehlimc Ruiz, insistió en las contradicciones existentes en este asunto y afirmó que existen indicios racionales, de un caso anómalo de discriminación. El portavoz manifestó su pesar por las represalias tomadas contra miembros del comité de empresa, aludiendo. al despido de seis de ellos, todos miembros de CC OO, que apoyaban desde el principio la existencia de discriminación racial.

El portavoz del grupo socialista, Sócrates Gómez, afirmó que no se ha probado que haya habido discriminación, aunque reconoció que han existido irregularidades de índole laboral, pero que, en todo caso, son temas que corresponde tratar en otras esferas. Gómez argumentó que el hecho de que se hubiera trasladado a Araceli Heredia sin dar cuenta de dicho traslado al comité, "como ha ocurrido en otros casos", dijo, es una irregularidad laboral, pero que no justifica que se piense que se está ante un caso de discriminación racial". Gómez dijo que es poco rigurosa la actitud, de la oposición, que, "como no encuentra razones para justificar el traslado, deduce inmediatamente que la única explicación posible es el racismo".

Días antes, en un amplio informe, la dirección del IMD señalaba que durante 1985 fueron trasladados de instalación hasta 64 trabajadores,' siempre por necesidades de servicio, y que el caso de Araceli Heredia era uno más entre ellos. Asimismo, la dirección aportaba como prueba de la inexistencia de prácticas racistas en, el polideportivo de San Juan Bautista las declaraciones firmadas por cuatro trabajadores del polideportivo en las que afirmaban no haber presenciado ni observado nunca cualquier signo de discriminación. Uno de los cuatro es de raza gitana.

Declaraciones de Heredia

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Al contrario, la propia Araceli Heredia declaró ante la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea de Madrid, y lo ha repetido en público, que Teímás González le dijo que una mujer de raza gitana causaba mal efecto, entre los usuarios.La segunda polémica se centró en el papel desempeñado por los representantes de CC OO en el comité de empresa del polideportivo citado primero. Los representantes de CC OO se pusie,ron de parte de la trabajadora e impulsaron que el tema llegara hasta la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea de Madrid. El blanco principal de sus críticas fue la actuación del actual responsable del polideportivo, Tomás González. Al contrario, responsables del IMD, de paso que negaban la existencia de conductas racistas, dejaban caer que las críticas de parte del comité eran un ataque indirecto contra González por la política de firmeza seguida en el polideportivo.

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