Un foco de conflictos

I. C. Mas de la mitad de las tierras del estado de Oaxaca, que con casi 94.000 kilómetros cuadrados es algo mayor que Portugal, están sin aprovechar. Un 53% de los 2,8 millones de habitantes padecen desnutrición. El agua potable llega sólo a un 35% de las viviendas en las zonas urbanas y a un 20% en las rurales.

Los campesinos, en su mayoría, llevan una existencia que apenas les permite subsistir. De las 4.000 localidades del Estado sólo 733 están comunicadas. "Este es el estado más jodido, marginalizado en el desarrollo, a pesar de su riqueza", comenta un joven antropólogo en un café d...

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I. C. Mas de la mitad de las tierras del estado de Oaxaca, que con casi 94.000 kilómetros cuadrados es algo mayor que Portugal, están sin aprovechar. Un 53% de los 2,8 millones de habitantes padecen desnutrición. El agua potable llega sólo a un 35% de las viviendas en las zonas urbanas y a un 20% en las rurales.

Los campesinos, en su mayoría, llevan una existencia que apenas les permite subsistir. De las 4.000 localidades del Estado sólo 733 están comunicadas. "Este es el estado más jodido, marginalizado en el desarrollo, a pesar de su riqueza", comenta un joven antropólogo en un café de la hermosa plaza de Oaxaca.

La capital del Estado se ha convertido en centro de peregrinación y también lugar permanente de residencia para turistas de Estados Unidos y otros países occidentales. La belleza de la ciudad, las ruinas arqueológicas, el clima de eterna primavera han convetido a Oaxaca en un lugar ideal para visitantes y náufragos que quieren desengancharse y olvidar algún tiempo la sociedad industrial avanzada. En la plaza de Oaxaca se entremezclan por el parque y los soportales los indios mixtecos y zapotecos con grupos de jóvenes con aspecto de turistas de Ibiza.

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El antropólogo opina que la clave de los problemas sociales de Oaxaca está en la tierra. "Al final de su mandato cada presidente mexicano ha repartido millones de hectáreas. Si se sumasen las tierras repartidas por los presidentes de México, según las estadísticas, se podría coimprobar que se ha re partido ya varias veces todo el territorio nacional. Yo creo que y han repartido hasta las galaxias".

Estas entregas de tierra se ha cen con títulos de propiedad muy ambiguos y se da con frecuencia el caso de que una comunidad tiene documentos que prueban sus derechos a una tierra y el pueblo vecino también. Ni siquitera los limites del Estado están claramente definidos. Existen problemas para definir las fronteras entre Oaxaca y los estados vecinos de Guerrero y Veracruz.

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Viven en Oaxaca 16 comunidades indígenas. Cada una tienen una lengua y cultura diferente. Entre la misma comunidad, por el alejamiento, existen problemas de comprensión: los zapotecos del valle hablan un dialecto diferente del de los que viven en la montaña.

Para los indígenas, la región de Oaxaca, con su orografia montañosa, ofrece un marco ideal de refugio en regiones aisladas de la Sierra Madre oriental, donde pueden conservar su identidad. En esas comunidades de refugio los in dígenas desarrollan una economía de subsistencia. Este alejamiento ofrece un terreno ideal para, las plantaciones de droga, marihuana y amapola, en zonas casi inaccesibles para una policía que, mal dotada de armamento y, con sueldos míseros, es presa fácil de los sobornos.

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