LA CAMPAÑA DEL REFERÉNDUM

Las consecuencias de abandonar la Alianza

España, si decide abandonar la Alianza Atlántica, deberá denunciar el Tratado de Washington ante el Gobierno depositario -el de Estados Unidos-, que informará al resto de los aliados. Una vez efectuada la denuncia, habrá de esperar un año para retirarse, siguiendo los preceptos del propio tratado. Según cualificadas fuentes diplomáticas, la salida de la OTAN tendría para España diver sas consecuencias: por un lado, se dejaría de recibir inmediatamente la información confidencial a la que España tiene acceso desde su ingreso en la OTAN.

Además, se dejaría, automáticamente también, de...

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España, si decide abandonar la Alianza Atlántica, deberá denunciar el Tratado de Washington ante el Gobierno depositario -el de Estados Unidos-, que informará al resto de los aliados. Una vez efectuada la denuncia, habrá de esperar un año para retirarse, siguiendo los preceptos del propio tratado. Según cualificadas fuentes diplomáticas, la salida de la OTAN tendría para España diver sas consecuencias: por un lado, se dejaría de recibir inmediatamente la información confidencial a la que España tiene acceso desde su ingreso en la OTAN.

Además, se dejaría, automáticamente también, de tomar parte en las decisiones, y España tendría que separarse de proyectos de cooperación militar como el de la fragata de los 90. Consecuentemente, tampoco ingresaría en la UEO -ya que tanto el Gobierno como la UEO condicionan el ingreso de España a su permanencia en la OTAN- ni podría aplicar la reducción de los efectivos militares estadounidenses, que se condicionó asimismo a la permanencia en la Alianza Atlántica.

Más información

Durante el último debate de seguridad en las Cortes, así como en diversas declaraciónes periodísticas, Felipe González ha señalado igualmente los efectos que la salida de la OTAN tendría sobre las inversiones extranjeras de alta tecnología en España.

Efectos sobre las inversiones

Cualificadas fuentes diplomáticas estiman que si bien la salida de la OTAN podría perjudicar el prestigio internacional de España, no tendría por qué afectar directamente a las inversiones de empresas de alta tecnología. Por un lado, porque la salida de la OTAN no suprimiría las ventajas que Espafía tiene para empresas como ATT (que está a punto de realizar una inversión de unos 32.000 millones de pesetas en España para la fabricación de microchips); es decir, buenas condiciones económicas y abundantes subvenciones y carencias de barreras proteccionistas, ya que España no tiene industrias de este tipo que proteger. Estas fuentes consideran que la entrada en el Comité para la Coordinación de Exportaciones (COCOM) es suficiente garantía. España decidió adherirse al COCOM el pasado mes de septiembre, formando parte así de este comité que trata de luchar contra la reexportación a países comunistas de productos de alta tecnología susceptibles de doble uso (civil y militar). En el COCOM España participa junto a los países de la OTAN -excepto Islandia- y Japón. A lo largo de la pasada primavera, el Gobierno de Estados Unidos presionó a España, cuando estaban a punto de decidirse las inversiones de ATT, para que se adhiriese al COCOM. El entonces ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, se opuso a la adhesión y se optó por modificar la legislación española para evitar la reexportación de artículos de doble uso. En septiembre, Francisco Fernández Ordófiez, sustituto de Morán, consiguió hacer pasar la adhesión al COCOM por un Consejo de Ministros sin incluirlo en el orden del día. Según fuentes gubernamentales, sólo el presidente del Gobierno y él mismo estaban al tanto.

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