Ariza y Marín proponen que CC OO no firme acuerdos con el Gobierno ni con la patronal

Comisiones Obreras no debe suscribir pactos sociales con el Gobierno ni acuerdos sobre negociación colectiva con la patronal. Por el contrario, la estrategia del sindicato debe orientarse hacia la presión popular, elevando el nivel de movilización, de los trabajadores, según un documento elaborado por Julián Ariza, secretario de relaciones políticas y unitarias de CC OO, y Juan Ignacio Marín, responsable de la federación del metal, de este sindicato.

El documento, que será publicado esta semana por la revista comunista Ahora, supone una propuesta sobre la estrategia sindical que ...

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Comisiones Obreras no debe suscribir pactos sociales con el Gobierno ni acuerdos sobre negociación colectiva con la patronal. Por el contrario, la estrategia del sindicato debe orientarse hacia la presión popular, elevando el nivel de movilización, de los trabajadores, según un documento elaborado por Julián Ariza, secretario de relaciones políticas y unitarias de CC OO, y Juan Ignacio Marín, responsable de la federación del metal, de este sindicato.

El documento, que será publicado esta semana por la revista comunista Ahora, supone una propuesta sobre la estrategia sindical que habrá de llevar adelante CC OO, y se presenta como un elemento para ser debatido en el seno de la organización.La acción sindical que se propone en el citado documento parte del análisis de la política de concertación seguida en los últimos años por el Gobierno, los sindicatos y la patronal. Esta política es interpretada por los autores como una "actitud cómplice" con la del Gobierno. En consecuencia, se insiste en la necesidad de oponerse a los pactos sociales. Y se advierte que puede haber voces dentro del sindicato que, "en parte por concepciones y en parte por un falso temor al aislamiento, podrían empezar a repetir argumentos de conveniencia para justificar la necesidad de enrolarse en este juego". El documento señala que, en estos casos, "hemos de ser muy firmes y contundentes frente a tales tentaciones".

En el escrito se justifica que se llegara a un pacto con UCD en la presión conjunta ejercida entre el PSOE y el PCE y en la posibilidad de influir sobre las políticas de aquellos Gobiernos. Pero se indica que la concertación se ha devaluado con la llegada de los socialistas al poder. La hegemonía del PSOE, la desintegración del PCE y "la satelización de UGT" convierten, según el documento en "una vana esperanza" los intentos de influir en la política económica a través del pacto social.

Los autores del escrito señalan que bajo esta óptica resulta incomprensible que los partidarios de la negociación con el Gobierno impusieran sus tesis en el último congreso de CC OO.

Acudir, pero no firmar

Aunque se defiende la asistencia a las convocatorias que puedan efectuar el Gobierno y la CEOE, se insiste en que "CC OO debe rechazar la política de concertación del Gobierno, negarse a suscribir pactos sociales y desarrollar una permanente campaña de denuncia de tales pactos para conseguir que incluso UGT se vea imposibilitada de aceptarlos". Por el contrario, el escrito propugna que se debe generar una presión popular y elevar el nivel de movilización de los trabajadores. También se rechazan los acuerdos con la patronal, pero se defiende la negociación en ámbitos que no supongan apoyo a la política del Gobierno, como convenios o la negociación sectorial.Se advierte, en todo caso, que existe en marcha un proceso tendente a reducir el sindicalismo de clase, y, concretamente sobre CC OO, se enumeran las actuaciones llevadas a cabo en este sentido: reducción de su capacidad financiera, recorte de su representatividad, permanencia del veto para el ingreso en la Confederación Europea de Sindicatos, discriminación, acentuación de la represión y compra de dirigentes.

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