España rechaza la ley de patentes de la CE si no es ratificada por los 'doce'

Los doce no lograron ayer ponerse de acuerdo sobre la entrada en vigor del convenio de Luxemburgo de 1975 en materia de patentes. Irlanda y Dinamarca, por razones constitucionales de soberanía nacional, no piden ratificar este convenio. España, junto a Portugal y Grecia, se acogió a este hecho para a su vez negarse a aceptarlo mientras no sea a doce, lo que pone en cuestión todo el capítulo sobre patentes de las negociaciones de adhesión a la CE.No obstante, por razones de interés interno como es la protección de la investigación, el proyecto de ley sobre patentes presentado por ...

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Los doce no lograron ayer ponerse de acuerdo sobre la entrada en vigor del convenio de Luxemburgo de 1975 en materia de patentes. Irlanda y Dinamarca, por razones constitucionales de soberanía nacional, no piden ratificar este convenio. España, junto a Portugal y Grecia, se acogió a este hecho para a su vez negarse a aceptarlo mientras no sea a doce, lo que pone en cuestión todo el capítulo sobre patentes de las negociaciones de adhesión a la CE.No obstante, por razones de interés interno como es la protección de la investigación, el proyecto de ley sobre patentes presentado por el Ministerio de Industria al Parlamento español "incluye la inversión de la carga de la prueba y un sistema compatible con el que existe en la CE", señaló el secretario de Estado para la CE, Pedro Solbes.

El convenio de Luxemburgo sobre patentes en los países de la Comunidad supone un régimen de sanciones y arbitaje más eficaz que el convenio europeo de Munich. Una sola patente comunitaria valdría en todos los países adheridos al convenio de Luxemburgo, y el detentador de la patente no podría impedir la libre circulación de la mercancía final en toda la CE.

Siete países estaban dispuestos a que el convenio entrara en vigor entre ellos, pero en una Comunidad de doce la presidencia holandesa juzgó insuficiente el número, pues podría crear distorsiones en el gran mercado interno de la CE que se pretende crear.

El avance hacia ese gran mercado (en el horizonte de 1992 para completarlo) es justamente la prioridad de la presidencia holandesa del Consejo comunitario en este semestre de mandato.

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