Fin de 'La clave'

Esta es una carta más para protestar públicamente por la suspensión del programa de RTVE La clave.Puedo comprender muchas de las cosas que ha hecho el Gobierno. En realidad, dado el complicado tejido de presiones, internas y externas, y de datos que desconocemos la mayoría de los ciudadanos, a que está sometido y conoce el Gobierno, estoy dispuesto a aceptar muchos de los incumplimientos de su programa que ha hecho el Gabinete socialista. Y esto es porque sigo preparado a otorgar un voto de confianza, y porque, desgraciadamente, y esto lo conocen los socialistas, no existe hoy por hoy a...

Esta es una carta más para protestar públicamente por la suspensión del programa de RTVE La clave.Puedo comprender muchas de las cosas que ha hecho el Gobierno. En realidad, dado el complicado tejido de presiones, internas y externas, y de datos que desconocemos la mayoría de los ciudadanos, a que está sometido y conoce el Gobierno, estoy dispuesto a aceptar muchos de los incumplimientos de su programa que ha hecho el Gabinete socialista. Y esto es porque sigo preparado a otorgar un voto de confianza, y porque, desgraciadamente, y esto lo conocen los socialistas, no existe hoy por hoy alternativa de progreso en este país.

Pero la política de información es inaceptable. La televisión pública no sólo ha hecho incrementar de forma inaudita la venta de magnetoscopios, sino incluso añorar tiempos pasados. Se pueden criticar muchas cosas de La clave (Balbín lo podría hacer mejor o peor), pero era un programa imparcial. Su suspensión es una jugada sucia, ni más ni menos. Antes que una pasada por la izquierda, la nación española necesita una pasada por la democracia, y, si ni siquiera esto han hecho, ¿cuál será su balance?

Lo que ha sucedido es algo muy triste, y que va a quitar más votos al Gobierno de los que ingenuamente esperan ganar con ello. Desde luego, ya han perdido el mío.-