Secuestrados en Beirut tres diplomáticos y un médico soviéticos

Cuatro funcionarios de la Embajada de la URSS en Líbano, tres de ellos diplomáticos y el médico de la representación soviética, fueron secuestrados ayer en la zona musulmana de Beirut por individuos armados Según una llamada anónima, los cuatro soviéticos serán ejecutados inmediatamente por la organización clandestina Yihad Islámica si Moscú no realiza gestiones eficaces ante su aliado, Siria, para detener el asalto contra la ciudad libanesa de Trípoli, asediada desde el viernes por milicias libanesas prosirias.

Valeri Mirkov, agregado comercial de la embajada, y el agregado Oleg Spirin...

Cuatro funcionarios de la Embajada de la URSS en Líbano, tres de ellos diplomáticos y el médico de la representación soviética, fueron secuestrados ayer en la zona musulmana de Beirut por individuos armados Según una llamada anónima, los cuatro soviéticos serán ejecutados inmediatamente por la organización clandestina Yihad Islámica si Moscú no realiza gestiones eficaces ante su aliado, Siria, para detener el asalto contra la ciudad libanesa de Trípoli, asediada desde el viernes por milicias libanesas prosirias.

Valeri Mirkov, agregado comercial de la embajada, y el agregado Oleg Spirin fueron capturados por individuos armados en un primer secuestro, mientras que en un segundo asalto, el secretario consular Arkadi Katakov y Nicolai Sirski, médico residente de la embajada, fueron apresados por desconocidos que portaban igualmente armas. Los hechos se produjeron en la zona occidental de la capital beirutí, controlada por milicias musulmanas. Se trata del primer secuestro conocido de diplomáticos soviéticos en Líbano.Según testigos presenciales, en el primer asalto los secuestradores dispararon a los pies de sus rehenes cuando éstos intentaron resístirse. Acto seguido, arrojaron a los secuestrados al interior de un automóvil Mercedes donde se adentraron velozmente los dos asaltantes, que iban acompañados por un tercer cómplice, que inició con ellos la fuga a bordo de un vehículo de la representación diplomática soviética en Beirut.

Del segundo inciente se desconocen los detalles, excepto que el coche en el que viajaban Katakov y el médico fue hallado abandonado ante la residencia del embajador británico.

Según el anuario diplomático editado por las autoridades libanesas, la embajada soviética en Beirut cuenta con 45 funcionarios diplomáticos, dirigidos por el embajador Alexander Soldatov, actualmente ausente de la capital beirutí. El año pasado, ambos extremos de la calle en la que se encuentra la embajada fueron tapiados con muros de cemento, para evitar atentados.

Fuentes de la milicia musulmana aseguraron luego haber recibido un mensaje de la Embajada soviética en el que se les pedía su colaboración para hallar a los diplomáticos secuestrados. Las mismas fuentes señalaron que sus unidades de seguridad habían sido alertadas para seguir el caso.

Yuri Suslikov, encargado de Negocios de la Embajada de la Unión Soviética en Beirut, en conversación telefónica con los periodistas, negó conocer cualquier detalleadicional sobre el secuestro.

Un tendero que tiene su comercio e n las inmediaciones de una agencia de noticias extranjera informó que había presenciado cómo tres hombres armados, a bordo de un automóvil Mercedes, secuestraban a dos hombres que, a mediodía de ayer, viajaban en un vehículo con matrícula del cuerpo diplomático.

En los pasados 20 meses, siete ciudadanos norteamericanos, uno de ellos William Buckley, tercer secretario de la Embajada estadounidense en Beirut, así como otros siete ciudadanos franceses, tres de ellos funcionarios diplomáticos, más un ciudadano británico y un fotógrafo de nacionalidad iraní, fueron secuestrados por desconocidos en distintos puntos de la capital libanesa.

Un sacerdote norteamericano, Benjamín Weir, y el fotógrafo iraní Alfred Yagubsadeh fueron liberados recientemente. Weir, en conferencia de prensa realizada en Washington a mediados de septiembre, aseguró que sus captores habían exigido al Gobierno norteamericano que mediara en la liberación de 17 militantes islámicos detenidos en octubre de 1984 en Kuwait por su supuesta participación en una serie de atentados.