El Festival de Otoño de Madrid

No he podido sentir más que indignación al leer el artículo firmado por mi apreciada amiga Gabriela Cañas, de la página 24 del día 6 del corriente y relativo al Festival de Otoño.Es por ello que me gustaría realizar ciertas puntualizaciones aclaratorias. Según dicho artículo, se afirma que este año se está desarrollando la venta de abonos y localidades con mayor orden que el anterior. Esto no es en absoluto cierto, ya que, después de afirmar los responsables del festival que saldría a la venta el ciento por ciento del taquillaje, no ha sido así, habiéndose realizado un corte (oficial u oficios...

No he podido sentir más que indignación al leer el artículo firmado por mi apreciada amiga Gabriela Cañas, de la página 24 del día 6 del corriente y relativo al Festival de Otoño.Es por ello que me gustaría realizar ciertas puntualizaciones aclaratorias. Según dicho artículo, se afirma que este año se está desarrollando la venta de abonos y localidades con mayor orden que el anterior. Esto no es en absoluto cierto, ya que, después de afirmar los responsables del festival que saldría a la venta el ciento por ciento del taquillaje, no ha sido así, habiéndose realizado un corte (oficial u oficioso) de aproximadamente el 30% de los abonos. A mayor abundamiento, después de anunciar que se venderían seis abonos por persona, al final lo hicieron a razón de cuatro.

Además, el mismo día 3 (primer día de venta) fue realizada por mí en el libro de reclamaciones del teatro Real la oportuna reclamación al permitir la sobreintendente del teatro Real, doña Isabel Vázquez, así como la responsable de taquillas, señorita Salvi Senante, que se me agrediera y se me robase ante sus mismas narices como represalia al exigir los derechos que me asisten. Por ese motivo interpuse la oportuna denuncia (número de diligencia 11.444) en la comisaría de La Latina.

De todo ello tuvo cumplida información el periódico que usted dirige al ocuparme yo personalmente de informarles.

Flaco favor hace EL PAÍS al ocultar todo lo que no sea correcto u omitiendo los errores de un festival que no será internacional, por mucho que se empeñen sus responsables, hasta que goce de una distribución de localidades acorde al menos con la categoría de su programación. Y, sobre todo, mientras continúen al frente las mismas personas.-