Cartas al director

Ramiro Ledesma y el 18 de julio

Ante un artículo publicado en su periódico el pasado día 4 de septiembre, acerca de unas puntualizaciones de don Raúl Morodo sobre Ramiro Ledesma Ramos, quisiera hacer unas breves aclaraciones:La primera cuestión es que la sublevación, como la llama en su artículo, de 1936 no fue el producto de actividades conspiratorias entre políticos y militares, sino el deseo exagerado de todo un pueblo, y si bien intervinieron preeminentemente políticos y militares, nada más lejos de las relaciones de Ramiro Ledesma, que eran bien pocas con este sector, y menos aún de carácter conspiratorio. Que, en segun...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Ante un artículo publicado en su periódico el pasado día 4 de septiembre, acerca de unas puntualizaciones de don Raúl Morodo sobre Ramiro Ledesma Ramos, quisiera hacer unas breves aclaraciones:La primera cuestión es que la sublevación, como la llama en su artículo, de 1936 no fue el producto de actividades conspiratorias entre políticos y militares, sino el deseo exagerado de todo un pueblo, y si bien intervinieron preeminentemente políticos y militares, nada más lejos de las relaciones de Ramiro Ledesma, que eran bien pocas con este sector, y menos aún de carácter conspiratorio. Que, en segundo lugar, tratar de situar ideológicamente a Ledesma en algún sector ya conocido es un grave error, puesto que él fue el creador y principal fundador de toda un doctrina política, social y económica que vino a llamarse nacional-sindicalismo y que, desgraciadamente, nunca llegó a ponerse en práctica.

Más información

Situar a Ramiro Ledesma a la izquierda del nacionalsocialismo alemán es, desde luego, el más absurdo de los errores, puesto que, en primer lugar, el nacionalsindicalismo nada -o muy poco- tiene que ver con el nacionalsocialismo alemán, y en segundo lugar, porque Ledesma tenía una mente mucho más abierta y de mayor amplitud de miras que aquellos que únicamente son capaces de concebir en sus cerebros las tradicionales divisiones de izquierda y de derecha.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El nacionalsindicalismo es una doctrina que está muy por encima, de las rivalidades de grupo y de partido. Bien es verdad que un amplio sector de la CNT, el presidido por Ángel Pestaña, tuvo notables simpatías con el fundador, aunque no llegaría a militar en las JONS, y que muchos militantes sindicalistas de ideología anarquista estuvieron formando filas con la Falange durante la contienda, pero esto viene a demostrar, una vez más, las ambiciones sociales de esta doctrina y su superación con respecto a las distintas ideologías de grupo.

Hablar de contradicciones políticas e intelectuales y situar a Ledesma en el marco de los grupos fascistas españoles vuelve a ser un imperdonable error de desconocimiento o ignorancia. Desde luego, comprendo que debe ser muy difícil para mentes como las suyas tratar de concebir una opción política distinta y al margen de todas las existentes y tratar de Ver un movimiento amante y perseguidor de una verdadera justicia social sin pensar inmediatamente en el fascismo.

El problema está en que no basta para conocer a Ramiro Ledesma leer unos cuantos pasajes más o menos subjetivos de su biografía, sino que para comprenderle hay que llegar plenamente a vivir esos ideales, esa forma de entender la vida, por la que él luchó y murió.- (hijo). Prisión Provincial.

Archivado En