Miles de peces mueren por asfixia en el río Arga a su paso por Pamplona

Miles de peces -barbos, carpas y madrillas, principalmente- han aparecido muertos en los últimos días flotando sobre las aguas del río Arga a su paso por Pamplona. Según los primeros análisis realizados por el servicio de Sanidad del Ayuntamiento de la capital navarra, los peces habrían muerto por asfixia debido a un agente contaminante -al parecer, de origen bacteriano- que ha hecho desaparecer el oxígeno disuelto en el agua.

Efectivos del parque de bomberos de Pamplona, miembros de los servicios municipales de limpieza y de la DYA (Defensa y Ayuda en Carreteras) se encuentran trab...

Miles de peces -barbos, carpas y madrillas, principalmente- han aparecido muertos en los últimos días flotando sobre las aguas del río Arga a su paso por Pamplona. Según los primeros análisis realizados por el servicio de Sanidad del Ayuntamiento de la capital navarra, los peces habrían muerto por asfixia debido a un agente contaminante -al parecer, de origen bacteriano- que ha hecho desaparecer el oxígeno disuelto en el agua.

Efectivos del parque de bomberos de Pamplona, miembros de los servicios municipales de limpieza y de la DYA (Defensa y Ayuda en Carreteras) se encuentran trabajando desde el domingo para retirar los peces muertos con el fin de evitar así que su descomposición pueda ocasionar mayores riesgos de contaminación. Los peces recogidos -hasta el momento, unos 700 kilos- han sido trasladados en un camión al vertedero de Arguiñari.

Se desconoce cuál ha sido la causa que ha originado la contaminación del río. Según los primeros análisis, los peces habrían muerto por asfixia debido a un agente contaminante que ha hecho desaparecer el oxígeno disuelto en el agua. La contaminación no se ha producido, según estos análisis, por el vertido de un producto químico ni tampoco por los vertidos de un colector, por lo que se baraja la posibilidad de que ésta sea de origen bacteriano.

Hace escasamente 10 días, en un colector de aguas negras situado a escasos kilómetros de Pamplona, en el río Unzama -que desemboca en el Arga-, surgió una avería, originándose entonces una importante contaminación. En aquella ocasión se prohibió regar las huertas pamplonesas con agua del río.