Tribuna:

A la búsqueda del equilibrio entre la nada y el vacío

El esfuerzo desarrollado durante todo el mes parece que está dando sus frutos, y es que después de intentar con tanto esmero dejar las cosas tal y como estaban al principio se ha conseguido, al fin, que el índice general reflejase la situación. La verdad es que ya se había estado cerca de lograr la repetición como resumen de una jornada, pero en esta ocasión el bis fue rotundo, se ha encontrado en un punto equidistante entre las ausencias de papel y dinero. La tendencia al equilibrio que habían venido mostrando durante todo este tiempo las cotizaciones ha recibido, aunque casi fuera de plazo, ...

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El esfuerzo desarrollado durante todo el mes parece que está dando sus frutos, y es que después de intentar con tanto esmero dejar las cosas tal y como estaban al principio se ha conseguido, al fin, que el índice general reflejase la situación. La verdad es que ya se había estado cerca de lograr la repetición como resumen de una jornada, pero en esta ocasión el bis fue rotundo, se ha encontrado en un punto equidistante entre las ausencias de papel y dinero. La tendencia al equilibrio que habían venido mostrando durante todo este tiempo las cotizaciones ha recibido, aunque casi fuera de plazo, su justo premio.Y todo ello coincidiendo con el anuncio de que el incremento del índice de precios al consumo (IPC) ha. subido durante el pasado mes de julio sólo un 0,6, con lo que por primera vez en este año queda por debajo de las cifras registradas en las mismas fechas en el año anterior. En esta ocasión se trata de la confirmación de unas expectativas que aún no han sido ponderadas por los mercados de valores y que, al parecer, todavía van a tener que esperar algún tiempo.

El hecho de que la actual coyuntura económica no sea suficientemente valorada por las bolsas tiene una explicación sobre la que será necesario insistir: el índice general se encuentra muy cerca del nivel máximo conseguido el año pasado, y aunque éste es un dato que conviene matizar debido a algunas distorsiones introducidas por valores que tienen una ponderación importante, globalmente, indica que es necesaria la presencia de unas expectativas concretas para que la situación pueda mejorar sensiblemente. Parece que los objetivos de crecimiento económico en torno al 1,9% podrán cumplirse, pero las diferentes opiniones sobre el impacto que puede tener el impuesto sobre el valor añadido (IVA) y la incorporación a la CEE llenan -de sombras las posibilidades del medio y largo plazo.

En el transcurso de la sesión tan sólo disfrutaron de una situación más o menos desahogada los valores eléctricos, con el papel casi en los mismos niveles y algún dinero, no demasiado insistente, pero que fue a fin de cuentas el que propició las subidas. Fuera de este sector la norma fue la tendencia a la baja, que en ningún momento se pudo contrarrestar a pesar de un buen número de pequeñas subidas repartidas por casi todos los sectores. El papel, no muy abultado pero dominando la situación entre los valores bancarios y Telefónica, decidió que los esfuerzos de los valores eléctricos resultasen anulados.

El mercado de pagarés del Tesoro tampoco está recibiendo en estos días demasiada atención por parte del dinero, que se mantiene a la espera de una orientación decisiva de los tipos de interés. En Madrid sólo se negociaron 1.000 millones de pesetas con pacto de recompra entre 30 y 90 días y con unos tipos anuales del 11,250 como mínimo y del 12,125 como máximo. A vencimiento, el volumen contratado fue mucho menor, alcanzando sólo los 80,5 millones de pesetas. Aquí el rendimiento fue de un 9,965 anual al 11,642. Evidentemente, la sesión no rompió la línea de las que la han precedido a lo largo de este mes.

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