El cadaver fue recibido con honores militares

El cadáver del embajador de España en Harare, José Luis Blanco-Briones, fue enterrado ayer al mediodía en el cementerio de la Almudena de Madrid, después de recibir honores militares. Un DC-8 de la Fuerza Aérea Española -uno de los dos aparatos que utilizan el Rey y el presidente del Gobierno en sus desplazamientos al extranjero- condujo desde la capital de Zimbabue el féretro del diplomático asesinado, que estaba cubierto por la bandera española. Su viuda, Verónica Cousteau, y el director general de Política Exterior para África y Asia Continental del Ministerio de Asuntos Exteriores español,...

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El cadáver del embajador de España en Harare, José Luis Blanco-Briones, fue enterrado ayer al mediodía en el cementerio de la Almudena de Madrid, después de recibir honores militares. Un DC-8 de la Fuerza Aérea Española -uno de los dos aparatos que utilizan el Rey y el presidente del Gobierno en sus desplazamientos al extranjero- condujo desde la capital de Zimbabue el féretro del diplomático asesinado, que estaba cubierto por la bandera española. Su viuda, Verónica Cousteau, y el director general de Política Exterior para África y Asia Continental del Ministerio de Asuntos Exteriores español, Manuel Sassot, viajaban también en el mismo avión.El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, llegó al pabellón de Estado del aeropuerto de Barajas en un helicóptero minutos después de asistir en el palacio de la Moncloa al Consejo de Ministros. En el aeropuerto se encontraban también los padres del diplomático asesinado, Francisco Blanco y Araceli Briones, así como su única hija, habida en su primer matrimonio. Todos los altos cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores estaban presentes también en el aeropuerto.

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Funeral en Santa Cruz

Un escuadrón de soldados del Ejército del Aire extrajo el féretro de la bodega del avión y lo depositó en un coche fúnebre del Ayuntamiento de Madrid. Antes, el cadáver del embajador español recibió honores militares: mientras sonaba el himno nacional y unos compases de la Marcha fúnebre de Chopin pasó frente a un batallón de honores.

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Desde el aeropuerto, la comitiva fúnebre se dirigió a la íglesia de Santa Cruz, vecina al palacio del mismo nombre, donde se encuentra la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Más tarde, el féretro fue llevado al cementerio de la Almudena, donde recibió sepultura a la una de la tarde.

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