Cartas al director

Los intestinos secretos de Reagan

A propósito de las intimidades de un tal señor Reagan, he visto en sucesivos números del periódico EL PAIS y en otros varios que había en la sala de espera del oculista que se dedicaban páginas enteras y titulares de primera plana a dar cuenta (incluso con esquemas ilustrativos) de ciertas excrecencias intestinales y consiguiente intervención quirúrgica que dicho señor, por lo visto, ha padecido.Me he quedado preguntándome: ¿a qué se debe tamaña atención y tan enorme espacio?, ¿será acaso por un interés personal y afectuoso por el señor Reagan, que será una persona tan familiar y querida para ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

A propósito de las intimidades de un tal señor Reagan, he visto en sucesivos números del periódico EL PAIS y en otros varios que había en la sala de espera del oculista que se dedicaban páginas enteras y titulares de primera plana a dar cuenta (incluso con esquemas ilustrativos) de ciertas excrecencias intestinales y consiguiente intervención quirúrgica que dicho señor, por lo visto, ha padecido.Me he quedado preguntándome: ¿a qué se debe tamaña atención y tan enorme espacio?, ¿será acaso por un interés personal y afectuoso por el señor Reagan, que será una persona tan familiar y querida para tantos miles de lectores?

Pero ¿cómo puede ser?, ¿no van a tener cada uno de ellos, por desgracia, quien más y quien menos, familiares y amigos muy cercanos tocados de dolencias similares, que habrán sin duda de turbarlos y conmoverlos mucho más que las de un señor a quien al fin y al cabo no conocen más que de nombre y pantallazo?, y no por eso necesitan que la Prensa les informe a toda plana acerca de los intestinos respectivos.

Más información
Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Pero no, tonto -me dirán-, no es por un interés personal, sino político: no es por ser el señor Reagan, sino por ser el presidente de Estados Unidos de América del Norte, que es una potencia de primera.

¡Ah!, ¿sí? Pero eso no puede ser tampoco, porque ¿no es el cargo el mismo cargo, ocúpelo quien lo ocupe?, ¿no son los funcionarios, y más en la perfección de los regímenes progresados, fácilmente sustituibles, sin que pase nada? Y más un presidente, y más el de ese Es-

Pasa a la página 10

Viene de la página 9

tado, que es en verdad de recambio más fácil que un comisario de distrito o una asistenta de la Seguridad Social, como muestran los largos decenios en que han ido sucediéndose uno tras otro sin que se notara el menor cambio.

De modo que, si la cosa no es por interés personal ni por interés político, ¿a qué se deberá tanto aparato informativo?

Me temo, señor director, que se deba a la misma táctica cotidiana de los medios, que, a fin de mantener confundidas a las masas, tienen que hacerles creeer que los que ocupan los altos cargos son de verdad personas, íntimas, características, hasta familiares, con sus intestinos y todo, como usted y como yo, y que, por consiguiente, ellos son los que rigen, a su arbitrio personal, los movimientos de la máquina; en fin, que hacen lo que quieren y saben lo que hacen.-

Archivado En