El hundimiento del barco de Greenpeace fue debido a un atentado, según la policía

La policía neozelandesa investiga bajo el supuesto de homicidio la explosión que provocó el hundimiento del barco Rainbow Warrior (Guerrero del Arcoiris) y la muerte de uno de sus tripulantes. El barco, perteneciente a la organización ecologista internacional Greenpeace, se hundió el miércoles por la noche en el puerto de Auckland (Nueva Zelanda). El fallecido era el fotógrafo Fernando, Pereira, de 33 años, portugués, casado y con dos hijos. Pereira, que en un primer momento había sido identificado como español, en el instante de la explosión se encontraba en la sala de máquinas. Hasta el mome...

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La policía neozelandesa investiga bajo el supuesto de homicidio la explosión que provocó el hundimiento del barco Rainbow Warrior (Guerrero del Arcoiris) y la muerte de uno de sus tripulantes. El barco, perteneciente a la organización ecologista internacional Greenpeace, se hundió el miércoles por la noche en el puerto de Auckland (Nueva Zelanda). El fallecido era el fotógrafo Fernando, Pereira, de 33 años, portugués, casado y con dos hijos. Pereira, que en un primer momento había sido identificado como español, en el instante de la explosión se encontraba en la sala de máquinas. Hasta el momento nadie se ha atribuido la responsabilidad del atentado.

El cadáver de Fernando Pereira ha sido rescatado ya por buceadores de la Armada neozelandesa. "La muerte de Pereira será considerada por la policía como un caso de asesinato", ha declarado el superintendente de la .policía, de Nueva Zelanda Alan GalbraithBuceadores de la policía neozelandesa que rescataron el cadáver de Pereira señalaron que el agujero abierto en un costado del casco sugiere la colocación, de, una bomba bajo la línea de flotación del barco, lo que evidencia la teoría del sabotaje. Según la policía, el Rainbow Warrior se hundió pocos minutos después de ser sacudido por dos potentes explosiones provocadas por cargas explosivas fijadas en la parte externa del casco y activadas desde el exterior que abrieron un boquete de dos metros en un lateral.

Nadie ha reivindicado el atentado por el momento, y no existe ningún indicio para atribuir la autoría a grupos armados terroristas.

Fiesta de cumpleaños

La tripulación del Guerrero del Arcoiris estaba compuesta por tres norteamericanos, dos suizos, un británico, tres holandeses, un alemán occidental, un danés y un irlandés, además del fotógrafo portugués. A excepción de este último, que se en contraba en la sala de máquinas, el resto celebraba, junto a dos invitados, una fiesita de cumpleaños en la cubierta superior del buque. Gracias a ello lograron salir ilesos, del atentado al ser lanzados sobre el muelle del puerto por la onda expansiva de la explosión.Desde el pasado fin de semana, el Rainbow Warrior estaba fondeado en el puerto de Auckland y debía encabezar en el mes de agosto una flotilla de la paz, compuesta por siete embarcaciones, en una campaña contra los, ensayos nucleares en el Pacífico.

Esta campaña iba a culminar 1 el 6 de agosto, fecha del 40º aniversario del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, frente al atolón de Mururoa, en la Polinesia francesa, donde Francia lleva a cabo sus ensayos nucleares. Tras este trágico su ceso, la operación ha sido cancelada, lo que, según Jim Keogh, portavoz de la organización ecologista, "ahorrará, ciertamente, a los franceses un montón de dificultades". El consejero político de la Embajada de Francia en Nueva Zelanda, Charles Montan, ha declarado que Francia no es en absoluto responsable del atentado, y que "el Gobierno francés no estaba inquieto por la campaña que Greenpeace pensaba llevar a cabo en Muturoa". Por su parte, el Gobierno neozelandés está reflexionando sobre la posibilidad de enviar un navío de guerra a Mururoa en sustitución del Rainbow Warrior, según declaraciones del primer ministro, David Lange.

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