Pekín y Moscú mantienen sus diferencias, a pesar de la firma de un acuerdo comercial

El acuerdo económico firmado el pasado miércoles por Iván Arjipov y Yao Yilin, viceprimeros ministros de la URSS y China, respectivamente, que eleva el volumen de los intercambios comerciales correspondientes al período 1986-1990 a unos dos billones de pesetas, constituye un acercamiento entre los dos países, pero no significa el fin de las diferencias existentes entre ambos en temas estratégicos y políticos, según declararon ayer fuentes diplomáticas occidentales y orientales en Moscú.

Los acuerdos firmados el miércoles reflejan una mejora en la atmósfera entre ambos países, que comenz...

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El acuerdo económico firmado el pasado miércoles por Iván Arjipov y Yao Yilin, viceprimeros ministros de la URSS y China, respectivamente, que eleva el volumen de los intercambios comerciales correspondientes al período 1986-1990 a unos dos billones de pesetas, constituye un acercamiento entre los dos países, pero no significa el fin de las diferencias existentes entre ambos en temas estratégicos y políticos, según declararon ayer fuentes diplomáticas occidentales y orientales en Moscú.

Los acuerdos firmados el miércoles reflejan una mejora en la atmósfera entre ambos países, que comenzaron en 1982 una serie de conversaciones con el fin de normalizar las relaciones entre ambos Gobiernos, deterioradas por contrastes de carácter territorial e ideológico.Observadores diplomáticos, sin embargo, subrayaron que a pesar de que el intercambio comercial entre ambos países se duplicará para 1990, respecto a 1985, constituye sólo una fracción mínima frente al volumen de intercambios comerciales desarrollado por cada uno de ellos.

Intercambios culturales

Este acuerdo, que también incluye el compromiso soviético de ayudar a China a modernizar su industria y transporte, sigue a otros sobre intercambios culturales y deportivos-, así como al establecimiento de consulados y puestos fronterizos. Estos intentos de aproximación fueron impulsados por la URSS tras la llegada al poder de Mijail Gorbachov el pasado mes de marzo, que dio un paso simbólico en este sentido al entrevistarse con el anterior viceprimer ministro chino, Li Peng, que viajó a Moscú para asistir a los funerales del fallecido líder soviético Konstantín Chernenko.Fuentes diplomáticas declararon que la reciente marcha de Andrei Gromiko de la cartera de Ásuntos Exteriores para ocupar la presidencia de la URSS constituye la eliminación de lo que ha sido calificado por Pekín como "uno de los cuatro obstáculos" que bloqueaban el restablecimiento de las relaciones entre China y la URSS. Las otras tres son las peticiones para un recorte en la presencia de tropas soviéticas a lo largo de la frontera entre ambos países y Mongolia, el fin del apoyo soviético a la presencia vietnamita en Camboya y el fin de la ocupación del territorio afgano.

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