Un laberinto de organizaciones

La comunidad shií libanesa se cifra en 1.300.000 personas, casi la mitad de la población libanesa, asentadas fundamentalmente en el sur de Líbano, fronterizo con Israel. Practica el shiísmo, una religión política, la más activa de toda la familia islámica.El líder de esta comunidad fue el imán Mussa Sadr, nacido en la ciudad santa iraní de Qom hace 45 años. Sadr, por quien Jomeini mostró siempre un gran afecto, se instaló en la ciudad libanesa de Maaraka en 1959, donde,creó el movimiento de los Mostazzafin, los Desheredados. Su mensaje político era, en términos occidentales, populis...

La comunidad shií libanesa se cifra en 1.300.000 personas, casi la mitad de la población libanesa, asentadas fundamentalmente en el sur de Líbano, fronterizo con Israel. Practica el shiísmo, una religión política, la más activa de toda la familia islámica.El líder de esta comunidad fue el imán Mussa Sadr, nacido en la ciudad santa iraní de Qom hace 45 años. Sadr, por quien Jomeini mostró siempre un gran afecto, se instaló en la ciudad libanesa de Maaraka en 1959, donde,creó el movimiento de los Mostazzafin, los Desheredados. Su mensaje político era, en términos occidentales, populista. Las distinciones de clase desaparecen en una unidad superior basada en la Umma, la comunidad islámica.

Sadr desapareció en Trípoli, Libia, en septiembre de 1978, adonde había acudido para conmemorar el 72 aniversario de la revolución libia. Libia y una rama prosiria de la resistencia palestina, la Saika, fueron acusados en septiembre de 1980, muy poco antes del estallido de la guerra irano-iraquí, de haberle secuestrado. Trípoli lo desmintió. Estas acusaciones podrían haber obedecido a un intento de romper la entonces naciente alianza libio-sirio-iraní..

Los actos contra intereses libios, reivindicados por las Brigadas Mussa Sadr, organización shií compuesta por comandos, responden a la hostilidad shií contra el régimen de Gadafi. La desaparición de Sadr dió a su figura más fuerza entre los shiíes, que creen en la ocultación del doceavo de sus imames, Mahdi, quien reaparecerá al culminar los Tiempos.

Del movimiento creado por Mussa Sadr nació la organización político-militar Amal, Esperanza, que se define no confesional shií, sino más bien como "el movimiento de la resistencia nacional libanesa por antonomasia", según Alí Hossein, del Buro Político.

Como todas las organizaciones musulmanas, Amal contiene una estructura intrincada, con tendencia al secretismo, y expresa una política de alianzas muy dialéctica, a veces muy contradictoria.

La supuesta coparticipacion de la rama prosiria de la OLP, Saika, en el secuestro de Sadr causó un alejamiento entre Amal y Siria, que dió paso luego a una alianza tácita. Algo similar, pero a la inversa, sucedió a Amal con otras ramas de la OLP.

Amal no cree en la existencia de la organización extremista islámica Jihad Eslami, (Esfuerzo islámico), que ha reivindicado numerosos atentados antiamericanos y antifranceses en el Medio Oriente. Niega recibir apoyo iraní. El grupo de los hezbollahi, partidarios del Partido de Dios, es el magma social shií. Viene a ser la base social deprimida sobre la cual se asientan las otganizaciones shiíes de la cual Amal, es la hegemónica.