La Guardia Civil desalojó violentamente a 22 encerradas en una empresa minera

Unos 30 guardias civiles de la línea de Villablino y Caboalles desalojaron a última hora de la tarde de ayer de forma violenta las dependencias del edificio que Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) posee en Villablino, en donde 22 mujeres permanecían encerradas, desde el pasado lunes, en apoyo a la actitud manifestada por el alcalde comunista de la localidad, Eliecer Rodríguez Barrero, y la mayoría de la corporacion municipal, por la que permanece paralizada la explotación a cielo abierto de hulla de la localidad cerca de Leitariegos. El alcalde ha convocado para hoy paro general en el v...

Unos 30 guardias civiles de la línea de Villablino y Caboalles desalojaron a última hora de la tarde de ayer de forma violenta las dependencias del edificio que Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) posee en Villablino, en donde 22 mujeres permanecían encerradas, desde el pasado lunes, en apoyo a la actitud manifestada por el alcalde comunista de la localidad, Eliecer Rodríguez Barrero, y la mayoría de la corporacion municipal, por la que permanece paralizada la explotación a cielo abierto de hulla de la localidad cerca de Leitariegos. El alcalde ha convocado para hoy paro general en el valle de Laciana en protesta por la forma violenta en que se produjo el desalojo.

Las fuerzas de orden público, con el capitán Julio Rodríguez al frente, irrumpieron en las oficinas del edificio, rompiendo a su paso los cristales de la entrada, según fuentes de la corporación municipal. Testigos presenciales afirmaron que algunas mujeres, que en principio opusieron resistencia, fueron agredidas con la culata de las metralletas, y empujadas por la Guardia Civil hasta la salida del edificio. El acto gubernativo fue calificado por los representantes del ayuntamiento de "similar a los de la época del fascismo".

Por otra parte, miembros de MSP manifestaron, que en la tarde de ayer habían comunicado a la Audiencia Territorial de Valladolid y al Gobierno Civil de León la situación de extrema tensión creciente que vivía la población del valle leonés, así como el encierro protagonizado por las mujeres de los mineros. El director de la sociedad minera, Alfonso García Angüelles, aseguró que de no obtener respuesta en un plazo breve de tiempo, de los organismos antes mencionados, solicitaría "la ayuda del ministro del Interior". La intervención de la Guardia Civil provocó profundo malestar.