Huelga general de medios de comunicación en Italia durante tres días

Ni ayer, ni hoy, ni mañana salen los periódicos en Italia. Tampoco transmiten noticiarios ni la Radio Televisión Italiana ni las emisoras y televisiones privadas. Y enmudecen hasta las agencias de prensa. Se trata de la huelga de periodistas más larga que ha conocido la historia de este país.

El motivo es la renovación del convenio colectivo, que lleva enfrentados desde hace varios meses a los profesionales de la información con los empresarios.

Ya días atrás, el sindicato único de periodistas (Federación Nacional de la Prensa) había decidido hacer tres días consecutivos de h...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Ni ayer, ni hoy, ni mañana salen los periódicos en Italia. Tampoco transmiten noticiarios ni la Radio Televisión Italiana ni las emisoras y televisiones privadas. Y enmudecen hasta las agencias de prensa. Se trata de la huelga de periodistas más larga que ha conocido la historia de este país.

El motivo es la renovación del convenio colectivo, que lleva enfrentados desde hace varios meses a los profesionales de la información con los empresarios.

Ya días atrás, el sindicato único de periodistas (Federación Nacional de la Prensa) había decidido hacer tres días consecutivos de huelga. Pero a partir del primer día de silencio informativo, el ministro del Trabajo, Gianni de Michelis, convocó a las partes en lucha, prometiendo una mediación a cambio de que se suspendiera la huelga. Los periódicos aceptaron y a ellos se sumaron la radio y la televisión. Pero la buena voluntad del ministro socialista Gianni de Michelis no obtuvo nada. Su propuesta no fue considerada interesante por la categoría de periodistas y se ha llegado de nuevo a la huelga de tres días consecutivos.

Momento grave

El momento es grave por estar el país en plena campaña electoral y de unas elecciones que se presentan tensas ante la posibilidad de que el Partido Comunista supere en votos a la Democracia Cristiana.Los periodistas protestan porque el convenio nacional está bloqueado desde hace tres años. Ahora piden un aumento de 50.000 pesetas en el plazo de los tres próximos años. Y al mismo tiempo está sobre el tapete el delicado problema de las nuevas tecnologías, que amenazan con quitar puestos de trabajo y con aplastar a ciertas categorías profesionales de la Prensa.

La negociación es muy difícil porque la parte empresarial no cede. Afirma que, gracias al no aumento de sueldo de los últimos años y a la entrada de las nuevas tecnologías, las empresas han podido salir de un largo túnel de déficit económico que amenazaba con cerrar muchos periódicos. Aceptar las reivindicaciones de los periodistas sería, dicen los dueños, volver otra vez a la crisis. A su vez, los periodistas no están dispuestos esta vez a ceder pues en este país se trata de una categoría profesional muy compacta a la hora de reivindicar sus derechos o exigencias.

En Italia existen simultáneamente un sindicato único de Prensa y una organización de carácter gremial -la Orden de Periodistas- que lucha incondicionalmente por los derechos profesionales de sus afiliados. Por su parte, existe mucha solidaridad entre los periodistas de cualquier ideología política. Por ejemplo, el diario comunista L'Unita, que se había disociado de la huelga alegando que la empresa no podía soportar tres días seguidos de paro, tuvo que acabar sumándose a los otros medios porque los periodistas comunistas del órgano oficial del partido respondieron: "Agradecemos la llamada de la empresa, pero como periodistas nos sentimos en el deber de ir a la huelga con los demás compañeros".

Archivado En