Hispano Alemana es el gran escollo de la reprivatización de Rumasa

La venta de Hispano Alemana de Construcciones a poco más de dos meses de la fecha fijada por Patrimonio del Estado como fin de la operación Rumasa es el accidente donde ha encallado la operación reprivatizadora del antiguo holding de la abeja. El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, sigue empeñado en la venta de la sociedad por encima de cualquier otra alternativa, lo que ha colocado a la empresa en la vía muerta que supone la falta de cualquier perspectiva autónoma.

La dimisión, el pasado 30 de marzo, de Jacinto Pellón (un profesional de prestigio salido de Dragados y Constru...

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La venta de Hispano Alemana de Construcciones a poco más de dos meses de la fecha fijada por Patrimonio del Estado como fin de la operación Rumasa es el accidente donde ha encallado la operación reprivatizadora del antiguo holding de la abeja. El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, sigue empeñado en la venta de la sociedad por encima de cualquier otra alternativa, lo que ha colocado a la empresa en la vía muerta que supone la falta de cualquier perspectiva autónoma.

La dimisión, el pasado 30 de marzo, de Jacinto Pellón (un profesional de prestigio salido de Dragados y Construcciones), administrador oficial de Hispano Alemana, motivada por razones personales, según versión oficial, es uno de los exponentes de la frustración sentida por quienes en la empresa y en el Gobierno piensan que, una vez redimensionada, es posible una alternativa independiente para la sociedad al margen de su pase al sector privado, lo que no excluye su venta si en el futuro se presentara la oportunidad adecuada.Cada día que pasa parece más difícil la reprivatización de Hispano Alemana de Construcciones. "Si el sector privado no quiere comprar, se quedará en el sector público", ha manifestado una fuente del Patrimonio. Las distintas alternativas emprendidas para hallar un dueño privado a la empresa, generalmente nucleadas en torno a Aresbank, han entrado en punto muerto, aunque ninguna esté totalmente descartada. El banco mixto. hispano-árabe, que no ha abdicado de su interés por resolver el caso como broker del Patrimonio, sigue esperando una respuesta del grupocoreano Daewoo. Paralelamente, está sobre el tapete, aunque también hibernada, una eventual participación en el futuro de Hispano Alemana de una agrupación de pequeñas empresas constructoras.

40.000 millones de facturación

Hispano Alemana puede quedar como el botón de muestra de lo que fue el imperio de José María Ruiz-Mateos. La comisión asesora del Gobierno para la reprivatización del grupo dará esta semana un empujón importante a un grupo de empresas (Trapa, Marcol, La Cartuja de Sevilla, etcétera), con lo que, tras esa reunión, y obviando las fincas andaluzas, quedarán los vinos de Jerez -cuya salida se espera, de la mano de First Boston, para el mes de mayo-, más cuatro o cinco pequeñas empresas que sentencia a primeros de junio. E Hispano Alemana.

Utilizando el argot médico, la situación de la constructora es estacionaria. Según datos de la gerencia, la facturación total durante 1984 se elevó, en números redondos, a 40.000 millones (3 1.000 millones en 1983), de los cuales, 27.000 millones correspondieron a obra interior (25.600 millones) y 13.000 millones a exterior (5.400 millones). Para el presente año, la facturación se calcula en unos 35.000 millones de pesetas, de los cuales, 31.000 millones corresponderán a obra interior y 4.000 millones a exterior, que prácticamente corresponden a la liquidación de la obra en Irak. La cartera de pedidos de Hispano Alemana se elevaba en enero de este año a 42.928 millones de pesetas.

Al lado de la solución Daewoo, que para muchos observadores es ya una alternativa completamente muerta, aunque el certificado de defunción no haya sido expedido, se ha barajado la posibilidad de una alternativa integrada por pequeñas y medianas empresas constructoras. La idea nació de Jorge San Juan, un ex director general de Hispano Alemana, actualmente en la firma constructora Beyre, SA. La teórica solución, también nucleada por Aresbank, consistiría en un socio mayoritario extranjero y la compra por esta asociación de empresas de un paquete de acciones de HA, pero la iniciativa no parece que haya pasado de la clásica comida entre amigos.

Junto a Beyre, para quien "la cosa, teóricamente, es posible, aunque las dificultades serían grandes a la hora de ponerla en práctica, básicamente por falta de capacidad de las empresas del sector -en franca regresión- para asociarse", se han barajado, para esta agrupación a las firmas constructoras Comylsa, Ginés Navarro, SA, y Sala Amat, SA.

Reestructuración interna

Durante los últimos tiempos la empresa se ha reorganizado tanto en su organigrama directivo como regional, al haber pasado de 20 a ocho delegaciones regionales, adaptadas al mapa autonómico, además de abordar la centralización de servicios. Lo más importante ha consistido, según la gerencia, en el saneamiento económico llevado a cabo, debido en gran parte a liberar a la firma de diversas empresas inmobiliarias que se han fusionado y pasado a la división inmobiliaria de Rumasa. Al mismo tiempo, se ha aislado la gestión de la Hispano Alemana exterior de la interior, una medida estratégica destinada a hacer posible la venta de la compañía. En efecto, el riesgo y la financiación de la obra de Irak (que en 1984 ha permitido a la empresa facturar cerca de 14.000 millones de pesetas, más que en los tres años anteriores, aunque en conjunto haya sido un proyecto ruinoso) corre a cargo del Patrimonio del Estado. Dicha obra se encuentra actualmente en período de recepción, aunque el contrato incluye un año de conservación, que se prolongará, por tanto, hasta mayo de 1986.

El redimensionado de la sociedad ha estado orientado a contener su anárquico crecimiento de años pasados y reducir su tamaño. La facturación del interior ha bajado y ha cambiado el tipo de mercado: de obra privada a mayoritariamente pública y de obra civil a edificación.

Si el Patrimonio no define claramente qué es lo que va a ser de la empresa, supondrá un deterioro tremendo de sus expectativas, aseguran medios del sector. Según el Patrimonio, "le diremos al Gobierno que no hemos podido vender y que disponga lo que tenemos que hacer". El sector, en plena crisis, vería con alivio la desaparición de un competidor.

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