Los peruanos desfían las amenazas de Sendero Luminoso y acuden a las unras entre una gran despliegue militar

La población peruana participó ayer de forma masiva, a pesar de las amenazas terroristas, en una jornada electoral tranquila, caracterizada por la espectacular presencia militar en Lima y en las zonas en que actúa el grupo Sendero Luminoso, los problemas de constitución de numerosas mesas y la normalidad en todo el país, rota levemente en la capital por la explosión de pequeñas cargas de dinamita en dos colegios electorales. El veterano líder de la Alianza Popular para la Revolución Americana (APRA), Luis Alberto, Sánchez, anunció esta madrugada la victoria de su partido en las elecciones y ll...

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La población peruana participó ayer de forma masiva, a pesar de las amenazas terroristas, en una jornada electoral tranquila, caracterizada por la espectacular presencia militar en Lima y en las zonas en que actúa el grupo Sendero Luminoso, los problemas de constitución de numerosas mesas y la normalidad en todo el país, rota levemente en la capital por la explosión de pequeñas cargas de dinamita en dos colegios electorales. El veterano líder de la Alianza Popular para la Revolución Americana (APRA), Luis Alberto, Sánchez, anunció esta madrugada la victoria de su partido en las elecciones y llamó a "todos los hombres justos" del país a colaborar con el próximo Gobierno.

Los comicios generales de ayer, en los que se registró una gran afluencia, particularmente en Lima, según las primeras estimaciones, fueron los segundos desde la restauración de la democracia en 1980 y se celebraron en medio de una grave crisis económica y social que amenaza el futuro del país.Los únicos incidentes registrados durante la jornada fueron los atentados contra dos colegios electorales y en la vía férrea Lima-Callao. En ninguno de ellos hubo que lamentar heridos ni daños materiales.

La aparición más seria de la violencia terrorista fue en la noche del sábado, en la que tres personas resultaron heridas de gravedad en un atentado contra un local del Partido Popular Cristiano en la localidad de Vitarte, cerca de Lima.

Los terroristas igualmente arrojaron petardos en las instalaciones de un laboratorio situado en el distrito limeño de Miraflores, en el distrito de La Perla, en el Callao -puerto de Lima-, en las cercanías del Ministerio de Aeronáutica, en las zonas céntricas de Lima y en otros dos locales del Partido Popular Cristiano y del Frente Democrático de Unidad Nacional (conservador).

Desde primeras horas de la mañana se formaron largas colas ante los centros de votación de Lima y otras localidades del país. Algo más de ocho millones de ciudadanos se hallan inscritos en los censos electorales, sobre una población cercana a los 20 millones de habitantes.

240 parlamentarios

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Las votaciones decidirán 60 escaños del Senado y 180 de la Cámara de Diputados y, principal mente, la presidencia de la República, para lo que será necesario obtener una amplia mayoría, que parece dificil de lograr en esta primera vuelta, por lo que se prevé una segunda ronda electoral en junio.

El joven secretario general de la APRA, Alan García, de 35 años, partía como favorito, según las últimas encuestas, que situaban en segundo lugar a Alfonso Barrantes, de Izquierda Unida, y tercero a Luis Bedoya, de la conservadora Convergencia Democrática. El candidato del partido gubernamental Acción Popular (AP), Javier Alva Orlandini, es, según los sondeos preelectorales, el candidato de menores posibilidades entre los cuatro grandes.

La presencia de unidades militares con equipo de campaña y apoyadas por vehículos blindados fue notoria en la capital, donde los votantes hicieron largas colas desde primeras horas de una mañana soleada y con temperatura suave.

Millares de policías completaron un estricto dispositivo de seguridad en las calles, frente a los colegios electorales y cerca de instalaciones de servicio público.

El principal problema de la jornada fue la demora en la constitución de centenares de las 43.000 mesas electorales repartidas en todo el país, y que recibieron a los votantes, a partir de las ocho de la mañarria, hasta las tres de la tarde.

La ausencia de algunos miembros de las mesas o el retraso en el envío de las urnas y otros materiales electorales produjeron la impaciencia de muchos ciudadanos.

En Ayacucho (a 575 kilómetros al sureste de Lima), una tensa calma fue la característica de la jornada, en la que la afluencia de votantes fue numerosa, pese al llamamiento al boicoteo lanzado por la organización maoísta Sendero Luminoso.

El Ejército controló estrictamente todos los puntos sensibles, mientras que helicópteros artillados sobrevolaron la ciudad, centro de la actividad senderista y de la lucha antisubversiva de las fuerzas armadas.

Informaciones procedentes de otros lugares del país conformaban en la tarde de ayer (madrugada en España) un panorama de normalidad y amplia participación.

Por otra parte, la campaña electoral se desarrolló con casi absoluta corrección, sólo alterada en los últimos días por la muerte de un militante del APRA el pasado jueves en una pelea con un grupo izquierdista, seguida, el viernes, por la muerte de un militante de Izquierda Unida, de la que se acusa a los apristas.

Nueve partidos principales compiten por la presidencia y las Cámaras legislativas y algunos más presentan sólo listas al Parlamento.

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