España, a favor de una nueva conferencia sobre desarme arancelario

El ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, manifestó ayer que España apoya la iniciativa para convocar una nueva conferencia de desarme arancelario dentro del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), pero matizando que ésta no debía orientarse a resolver exclusivamente problemas bilaterales.En una clara referencia a las recientes medidas liberalizadoras del mercado japonés, adoptadas por el Gobierno de Tokio bajo presión norteamericana, Morán señaló en su discurso ante la conferencia anual de la OCDE que "la labor llevada a cabo en foros internacionales no p...

El ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, manifestó ayer que España apoya la iniciativa para convocar una nueva conferencia de desarme arancelario dentro del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), pero matizando que ésta no debía orientarse a resolver exclusivamente problemas bilaterales.En una clara referencia a las recientes medidas liberalizadoras del mercado japonés, adoptadas por el Gobierno de Tokio bajo presión norteamericana, Morán señaló en su discurso ante la conferencia anual de la OCDE que "la labor llevada a cabo en foros internacionales no puede ser sustituida por un bilateralismo a ultranza, donde la fuerza de países más poderosos prevalece sobre los intereses de países más débiles y donde se disfraza como ayuda lo que en realidad es comercio enmascarado y falsa liberalidad".

El ministro español intervino ayer ante la conferencia anual sobre los temas que el organismo occidental deja en manos de los departamentos de relaciones exteriores, tales como la ayuda al Tercer Mundo y, hasta cierto punto, determinadas negociaciones- comerciales. En este sentido, el discurso de Morán ante la OCDE tuvo un carácter más filosófico y político que relativo a temas concretos de política económica o a la situación española.

Según Morán, la tímida recuperación europea e incluso el estancamiento de algunos países afecta de forma negativa a áreas en desarrollo, más dependientes de los mercados europeos, como el continente africano", por lo que, "es imperativo propiciar nuevos impulsos al diálogo Norte-Sur" y a la cooperación con el Tercer Mundo, como es el caso de América Latina".