La reconversión de la Prensa

En el programa de Televisión En portada, correspondiente al martes día 12 de los corrientes, se nos informó con cierta precisión sobre las deudas que la Prensa tiene con Hacienda y con la Seguridad Social. Quedamos alucinados. ¿Cómo es posible que Juan Pueblo esté soportando carga tan fabulosa sin que el Gobierno socialista haya iniciado ya una reconversión de la Prensa, que en forma alguna resultaría tan perniciosa como la reconversión naval para Galicia?Resulta que los delitos de Rumasa se están cometiendo a diario por infinidad de empresas, ya sean de capital est...

En el programa de Televisión En portada, correspondiente al martes día 12 de los corrientes, se nos informó con cierta precisión sobre las deudas que la Prensa tiene con Hacienda y con la Seguridad Social. Quedamos alucinados. ¿Cómo es posible que Juan Pueblo esté soportando carga tan fabulosa sin que el Gobierno socialista haya iniciado ya una reconversión de la Prensa, que en forma alguna resultaría tan perniciosa como la reconversión naval para Galicia?Resulta que los delitos de Rumasa se están cometiendo a diario por infinidad de empresas, ya sean de capital estatal o particular, y resulta que Rumasa se autofinanciaba, facilitaba puestos de trabajo a millares de familias españolas, en tanto que al pasar al Estado nos está costando un riñón a los contribuyentes. ¿No sería justo y honesto medir a todos por el mismo rasero, llámese instituto de tal, club deportivo de cual o sociedad Pepito Pérez?

Recientemente le recomendaba a un amigo la compra de un negocio, a precio de saldo, por menos de la mitad de lo que realmente vale. "Tú crees que yo estoy loco", me contestó, y lo hacía un tanto ofendido. "Con esos millones, metidos en el banco, o debajo de una baldosa, puedo vivir sin trabajar el resto de mi vida. La casi totalidad de los negocios", continuaba, "dan pérdidas en la actualidad o, en el mejor de los casos, muy escasa rentabilidad, y has de estar sujeto a la inspección de Hacienda, de Trabajo, de Sanidad... Has de contribuir al sostenimiento del Estado, autonomía, diputación y ayuntamiento y dar de comer a los políticos de los cuatro niveles, que hace unos años lo hacían por amor al arte, considerando como un alto honor el ser elegido o designado para tales cargos. Déjame vivir tranquilo y conservar lo que tanto trabajo me costó adquirir".

Muy rico debe ser nuestro país cuando, a pesar de todo, trabajando uno de cada tres ciudadanos, hay mucha gente todavía que puede hacer tres, dos o una comida cada día-