Pesimismo español sobre una solución inmediata al ingreso en la CEE

El Gobierno es pesimista sobre el resultado del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE que hoy se inicia en Bruselas para debatir el ingreso de España y Portugal en la Comunidad, pese a la firme actitud expresada por Felipe González de no ceder a las pretensiones comunitarias lesivas para los intereses españoles. La propuesta de la Comisión Europea sobre agricultura, pesca y asuntos sociales, los tres capítulos decisivos para culminar las negociaciones de adhesión, ha sido considerada inaceptable por España. Varios países comunitarios han anunciado su intención de endurecerla por...

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El Gobierno es pesimista sobre el resultado del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE que hoy se inicia en Bruselas para debatir el ingreso de España y Portugal en la Comunidad, pese a la firme actitud expresada por Felipe González de no ceder a las pretensiones comunitarias lesivas para los intereses españoles. La propuesta de la Comisión Europea sobre agricultura, pesca y asuntos sociales, los tres capítulos decisivos para culminar las negociaciones de adhesión, ha sido considerada inaceptable por España. Varios países comunitarios han anunciado su intención de endurecerla por considerarla excesivamente favorable para los intereses españoles.

En medios comunitarios pesa, no obstante, el efecto negativo que la postura intransigente de la CEE puede tener en la opinión pública española de cara al referéndum sobre la permanencia de nuestro país en la OTAN. El Gobierno es consciente de que la plena integración en la estructura militar de la Alianza Atlántica es una de sus principales bazas para vencer gran parte de las resistencias comunitarias.El ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, que hoy viaja a Bruselas, acompañado del secretario de Estado para las Relaciones con la CEE, Manuel Marín, declaró ayer que "las impresiones procedentes de la CEE no son muy alentadoras para España". Morán se mostró pesimista sobre la reunión de la CEE que se celebra hoy y mañana, aunque reservó su esperanza para la sesión prevista para el 7 y el 8 de marzo.

La visita de dos días del primer ministro de Italia, país que ostenta la presidencia de turno de la CEE, finalizada el sábado, sirvió para corroborar el bloqueo de las negociaciones. El presidente del Gobierno español, Felipe González, admitió la posibilidad del retraso en la entrada de España en la CEE. El Gobierno ha optado por esta posibilidad antes que ceder en temas considerados básicos para los sectores pesquero y agrícola. Incluso ha contemplado la posibilidad de renunciar a ingresar en la Comunidad si no se consigue el plan de mínimos fijado para estos capítulos.

La fecha inicial del 1 de enero de 1986 prevista para el ingreso parece casi inalcanzable. En fuentes comunitarias se pone en duda que las negociaciones puedan finalizar en marzo y, en caso de prolongarse, se producirían muchas complicaciones para que los parlamentos de los 10 países comunitarios pudieran ratificar el tratado de adhesión antes de fin de año.

Por otra parte, la Comisión Europea tiene planteada la importante cuestión que supone la contribución española al presupuesto de la CEE. Los graves problemas financieros y las exigencias griegas sobre los Programas Mediterráneos Integrados paralizan los acuerdos en el seno del Mercado Común.

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