La vidente de El Escorial

Ya sé que esta carta tampoco me la van a publicar, de manera que me parece que no voy a comprar másPasa a la página 10

Viene de la página 9

ese periódico adulador del poder, etcétera.

Pues bien, el editorial La vidente de El Escorial atropella todo sentido de la justicia. He de decir que el rechazo de videntes, hierofantes y cristófagos me va; pero ¿por qué emprenderla precisamente con doña Amparo? Quéjase el editorialista del "exquisito distanciamiento" de RTVE al presentar "esa espeluznante farsa". Correcto. Pero me gustaría ver al editorialista ...

Ya sé que esta carta tampoco me la van a publicar, de manera que me parece que no voy a comprar másPasa a la página 10

Viene de la página 9

ese periódico adulador del poder, etcétera.

Pues bien, el editorial La vidente de El Escorial atropella todo sentido de la justicia. He de decir que el rechazo de videntes, hierofantes y cristófagos me va; pero ¿por qué emprenderla precisamente con doña Amparo? Quéjase el editorialista del "exquisito distanciamiento" de RTVE al presentar "esa espeluznante farsa". Correcto. Pero me gustaría ver al editorialista pidiendo al presentador de la misa de Nochebuena que dijese algo así como "vean, vean al dignatario con estuche fálico ceremonial aprestándose a la farsa habitual en estas fechas". Se acusa a doña Amparo de programar éxtasis los fines de semana, pero ¿acaso se ignora que las misas dominicales se anuncian en postes de tráfico a la entrada de los pueblos, y que en ellas no se producen trances -fenómenos psicosomáticos nada esotéricos-, sino ni más ni menos que la transmutación de licores espirituosos en materia orgánica de un caballero muerto siglos ha? ¿No es ello más alucinante y poco científico? La única diferencia es que lo de doña Amparo es de hace sólo cuatro años. El colmo de la desfachatez es quejarse de que la vidente "charla con seres invisibles". ¿Y con quién charlan los creyentes en abstractas entidades extraterrestres cuando se postran ante leños tallados frecuentemente con dudoso arte? ¿Con quién charlan, me pregunto yo, los adoradores nocturnos, rosariantes de la aurora o vespertinos, misadicentes y fieles en general?

¿Acaso lo que molesta a EL PAÍS es el ejercicio liberal de la profesión? ¿Acaso defiende el monopolio de los obispos contra los free lance de la farsa?

Para qué seguir. Sólo se me ocurren dos explicaciones: o el editorialista está a favor de los poderosos, vengan de donde vengan, o acepta que el papismo es verdadero. Quizá el editorialista de EL PAÍS sea al padre Astete- Carlos Solís.