España y Argelia están dispuestas a una cooperación militar

Los Gobiernos de Madrid y Argel están dispuestos a iniciar un proceso de cooperación militar -en el que se incluiría el suministro de armas españolas-, similar al que el Gobierno de Madrid prepara con el de Rabat, una vez que se solucione el contencioso que enfrenta a ambos países en torno al contrato hispano-argelino para el abastecimiento de gas natural firmado en 1975. Fuentes diplomáticas argelinas se han mostrado muy optimistas sobre las posibilidades de llegar a un acuerdo sobre este contencioso, para el que no se ha encontrado salida durante los dos últimos años. Según estas fuentes, el...

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Los Gobiernos de Madrid y Argel están dispuestos a iniciar un proceso de cooperación militar -en el que se incluiría el suministro de armas españolas-, similar al que el Gobierno de Madrid prepara con el de Rabat, una vez que se solucione el contencioso que enfrenta a ambos países en torno al contrato hispano-argelino para el abastecimiento de gas natural firmado en 1975. Fuentes diplomáticas argelinas se han mostrado muy optimistas sobre las posibilidades de llegar a un acuerdo sobre este contencioso, para el que no se ha encontrado salida durante los dos últimos años. Según estas fuentes, el compromiso podría alcanzarse "en unas semanas".

Argelia se negaba hasta el momento, según fuentes económicas españolas, a que se compensara con otras partidas comerciales los cerca de 800 millones de dólares (unos 140.000 millones de pesetas) que este. país había dejado de ingresar al comprar España menos gas del pactado hace 10 años.Fuentes diplomáticas argelinas basan su optimismo en el hecho de que, según ellas, España comienza ahora a admitir dialogar estrictamente sobre el contenido del contrato de 1975, negociando sólo precios, cantidades y plazos de pago.

Si se inicia la cooperación militar con Argelia, España puede reequilibrar su presencia diplomática en el Magreb, cuyo equilibrio ha ido venciéndose del lado marroquí, especialmente desde que, el pasado mes de noviembre, el ministro de Defensa, Narcís Serra, hiciera un viaje a Rabat. Argel y Madrid tenían prácticamente congeladas sus relaciones desde el inicio del contencioso, manteniéndose paralizados todos sus contactos económicos.

El jueves de la semana pasada, el número dos del Frente Polisario, Bachir Sayed, mantuvo una conversación secreta con el ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, y con otros ministros del Gobierno de Madrid. La impresión de los saharauis después de estas reuniones era que España había comenzado a hacer evolucionar sus posturas, acercándose al Frente Polisario, especialmente desde que la República Árabe Saharaui Democrática fue reconocida por la Organización para la Unidad Africana (OUA). En marzo, la diplomacia española tendrá un papel difícil al verse obligada a dar una respuesta a la invitación que Hassan II ha cursado al cuerpo diplomático acreditado en Rabat para que le acompañe a El Aaiun.

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