El ministro de Trabajo italiano habló en París con un acusado de rebelión armada contra el Estado
La revelación del encuentro fortuito que el ministro italiano de Trabajo, el socialista Gianni de Michelis, mantuvo el pasado 5 de enero en París con un miembro fugitivo del grupo Autonomía Organizada, acusado de rebelión armada contra el Estado, ha suscitado una polémica en Italia.
De Michelis estaba viendo una exposición de pintura, mientras el fugitivo Oreste Scalzone, acusado de rebelión armada contra el Estado y condenado a 29 años de cárcel, reconoció al ministro y se paró a hablar con él.
Con Scalzone estaba un periodista del semanario Famiglia Cristiana, quien ...
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La revelación del encuentro fortuito que el ministro italiano de Trabajo, el socialista Gianni de Michelis, mantuvo el pasado 5 de enero en París con un miembro fugitivo del grupo Autonomía Organizada, acusado de rebelión armada contra el Estado, ha suscitado una polémica en Italia.
De Michelis estaba viendo una exposición de pintura, mientras el fugitivo Oreste Scalzone, acusado de rebelión armada contra el Estado y condenado a 29 años de cárcel, reconoció al ministro y se paró a hablar con él.
Con Scalzone estaba un periodista del semanario Famiglia Cristiana, quien ha publicado la conversación que mantuvo el miembro de Autonomía Organizada con el ministro. Según el semanario, ambos hablaron durante media hora sobre el problema de una posible amnistía. Y el ministro le dijo a Scalzone que, por desgracia, sólo pequeños grupos de la Democracia Cristiana y del Partido Socialista son favorables a la medida de gracia.
Y le dio algunos nombres, por ejemplo, el del actual ministro de Justicia, el democristiano Mino Martinazzoi, y el de la ministra de Educación, Franca Falcucci, también democristiana. Según De Michelis, el senador socialista católico Luigi Covatta es también favorable a la amnistía. El ministro ha confirmado el encuentro casual, pero ha negado que haya nombrado durante su conversación a ninguna personalidad política. Pero el caso ha estallado, y ha sido muy dura la reacción de democristianos y comunistas.