VÍSPERAS DE LA REUNIÓN DE GINEBRA

Moscú pide excusas a Noruega y Finlandia por el desvío del misil

La Unión Soviética pidió ayer excusas a Noruega (país miembro de la OTAN) y Finlandia por el incidente causado por un "objeto militar volante" que se desvió de su trayectoria durante unas maniobras navales en el mar de Barens y voló sobre su territorio, para desintegrarse sobre el lago Inari, en Finlandia. Los embajadores soviéticos en Oslo y Helsinki fueron los encargados de responder a la protesta elevada por los noruegos y a la petición de explicaciones formulada por los finlandeses por el incidente ocurrido el pasado día 28 con un misil soviético, cuyos restos busca desde entonces la guard...

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La Unión Soviética pidió ayer excusas a Noruega (país miembro de la OTAN) y Finlandia por el incidente causado por un "objeto militar volante" que se desvió de su trayectoria durante unas maniobras navales en el mar de Barens y voló sobre su territorio, para desintegrarse sobre el lago Inari, en Finlandia. Los embajadores soviéticos en Oslo y Helsinki fueron los encargados de responder a la protesta elevada por los noruegos y a la petición de explicaciones formulada por los finlandeses por el incidente ocurrido el pasado día 28 con un misil soviético, cuyos restos busca desde entonces la guardia fronteriza finlandesa.El embajador soviético en Noruega, Dimitri Polyariski, dijo haber recibido instrucciones de su Gobierno para explicar que un objeto militar volante" se había desviado hacia el Este debido a un error técnico. El diplomático explicó al ministro noruego de Asuntos Exteriores, Svenn Stray, que las autoridades moscovitas "deseaban expresar su pesar por este incidente fortuito", al tiempo que recalcaban que el proyectil no portaba "munición o cualquier tipo de material venenoso".

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Stray aseguró que se encontraba "plenamente satisfecho" por la respuesta soviética a la protesta presentada ayer por su embajador en Moscú, en la que se describía lo ocurrido como "una seria violación del espacio aéreo noruego, que puso en grave peligro vidas humanas y propiedades". Un portavoz del ministerio explicó que el misil había sido identificado por los soviéticos como un SS-N-3, diseñado en la década de los sesenta y conocido en el código de la OTAN por el nombre de Shaddock, capaz de llevar cabezas nucleares.

En Helsinki, el embajador de la URSS, V. M. Sobolev, presentó asimismo sus excusas por el incidente y afirmó que era posible que el objeto soviético hubiera violado el espacio aéreo finlandés tras desviarse de su trayectoria por un error técnico. El diplomático soviético acudió al despacho del titular de Asuntos Exteriores, Paavo Vaeyrynen, a iniciativa propia, después de que las autoridades finlandesas hubieran pedido una explicación sobre el incidente.

El Gobierno finlandés fue criticado ayer por la Prensa de su país por la moderación con que reaccionó a la incursión del cohete. Finlandia, que está unida a la URSS por un tratado de amistad y cooperación, consideró el hecho "una violación del espacio aéreo", pero no identificó hasta ayer como soviético al "objeto volante" que se desintegró sobre su territorio.

Las patrullas de soldados encargadas de localizar los restos del misil están reforzadas en su misión por voluntarios de la zona, que, desplazándose mediante esquíes, intentan intentar encontrar los restos del artefacto en un radio de 1.000 kilómetros cuadrados, junto a la frontera con la URSS.

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La búsqueda se prevé larga, porque en esa zona del Ártico los días son sólo de cuatro horas en esta época del año. La región tiene además una gran importancia estratégica, porque se encuentra próxima a la península de Kola, donde, según los expertos occidentales, los soviéticos disponen de la mayor base naval del mundo.

Funcionarios diplomáticos en Helsinki creen muy probable que la escasa importancia concedida al hecho por EE UU y sus aliados de la OTAN, que calificaron el hecho como un accidente desde un principio, ha animado a la URSS a reconocer su responsabilidad.

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