Explosión controlada de un artefacto en Barcelona

Los artificieros de la Policía Nacional provocaron ayer la explosión controlada de un maletín de plástico que dos mujeres y un hombre, supuestamente miembros de los GRAPO, dejaron en el interior de la empresa barcelonesa Semillas Fitó. El cebo explosivo colocado por los especialistas permitió descubrir que en el interior del maletín sólo había dos cajas de aluminio, una pila, un reloj, varios cables y una sustancia inflamable, pero no explosiva.Durante el pasado año, distintos comandos de los GRAPO, siempre formados por tres personas armadas, provocaron cuatro explosiones en delegacione...

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Los artificieros de la Policía Nacional provocaron ayer la explosión controlada de un maletín de plástico que dos mujeres y un hombre, supuestamente miembros de los GRAPO, dejaron en el interior de la empresa barcelonesa Semillas Fitó. El cebo explosivo colocado por los especialistas permitió descubrir que en el interior del maletín sólo había dos cajas de aluminio, una pila, un reloj, varios cables y una sustancia inflamable, pero no explosiva.Durante el pasado año, distintos comandos de los GRAPO, siempre formados por tres personas armadas, provocaron cuatro explosiones en delegaciones de Hacienda de Barcelona, y otras cuatro en. distintos establecimientos administrativos y comerciales: en la empresa Renault, en un bar de la parte antigua de la ciudad, en una oficina de recaudación de la Diputación y en una sucursal del Crédit Lyonnais.

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En estos ocho atentados los terroristas actuaron de forma similar a la seguida ayer por los tres asaltantes de Semillas Fitó empresa situada en el número 420 de la calle de Pedro IV, en el barrio barcelonés del Poblenoti, según relató uno de los empleados del establecimiento. "Eran tres, dos mujeres y un chaval, un tipo muy joven. Los tres iban armados, las dos mujeres con pistola y el muchacho llevaba en la mano un zurrón en el que pude ver una metralleta", dijo el testigo.

"Nos dijeron que no nos pasaría nada, que no nos pusiéramos nerviosos, que eran miembros de los GRAPO y que iban a dejar un maletín con una bomba que haría explosión pasados cinco minutos", añadió el empleado.

El trabajador explicó, mientras mostraba un pedazo def maletín que sería explosionado poco después por la policía, que los presuntos terroristas dijeron a los trabajadores que la maleta estallaría en cinco minutos" y que esperaran uno antes de salir del almacén. Pese a esta amenaza, hasta que los artificeros hicieron explotar el artefacto, "no sucedió nada", según confirmó Jaume Fitó, propietario del negocio, quien aseguró, que nunca había recibido amenazas.

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