Los presidentes y el ordenador de La Moraleja

Cuentan que la reorienación del sector eléctrico es una cuestión de ordenadores. Más concretamente, del ordenador de la Moraleja que templa a su antojo Paulina Beato, donde la hoy presidente de Aseléctrica y antigua asesora de Carlos Solchaga pasa horas y horas dibujando intercambios, fusiones y cesiones de mercados.Dicen que los presidentes de las empresas eléctricas temen más a este ordenador que a la propia situación financiera del sector, no tan grave como algunos quieren presentar, según las mismas lenguas. El caso es que el ordenador de Paulina Beato lo tiene todo previsto e incluso ha r...

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Cuentan que la reorienación del sector eléctrico es una cuestión de ordenadores. Más concretamente, del ordenador de la Moraleja que templa a su antojo Paulina Beato, donde la hoy presidente de Aseléctrica y antigua asesora de Carlos Solchaga pasa horas y horas dibujando intercambios, fusiones y cesiones de mercados.Dicen que los presidentes de las empresas eléctricas temen más a este ordenador que a la propia situación financiera del sector, no tan grave como algunos quieren presentar, según las mismas lenguas. El caso es que el ordenador de Paulina Beato lo tiene todo previsto e incluso ha revelado que, pese su elevado endeudamiento, la viabilidad del sector eléctrico, el grupo económico que más factura en este país después de la banca, está plenamente garantizada.

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La deuda acumulada del sector eléctrico supera, según las estimaciones del ordenador, los tres billones de pesetas. Un tercio de este endeudamiento está en divisas y a unos tipos de interés que, junto al riesgo de cambio, se ha convertido en los últimos años, en la temida espada de Damocles de los eléctricos. Las necesidades de financiación de las obras nucleares han sido, en cierto grado, el origen de este problema, sin duda el que ahora se pretende resolver mediante la denominada reordenación.

Sin llegar la sangre al río, no cabe duda de que a lo largo de casi un año de negociaciones, el ministerio y las eléctricas privadas han tenido puntos de vista divergentes sobre como alcanzar el objetivo marcado. Algunos presidentes, como el de la empresa que encabeza el ranking, ha denunciado lo que en algún momento llamó la "voracidad del sector público" para convertir el proceso de reordenación en una nacionalización encubierta. El presidente de Reunidas así lo ha creído y ha forzado a que se incluya en la última carta del sector a Solchaga una denuncia explícita. Y no le faltan argumentos: Reunidas de Zaragoza, un ejemplo de sociedad que ha perseguido el crecimiento sobre el saneamiento, pasará muy pronto a integrarse en el grupo INI, vía ENDESA.

El proceso de reordenación, a punto de acabarse en su fase más importante, ha terminado en tablas. El golpe de mano de Hidruña dado por el marqués de Casa Oriol, presidente de Hidrola, ha supuesto un freno a un planteamiento intervencionista que se trató de evitar cuando se firmó, en mayo de 1983, un protocolo en el que se decía que la única nacionalización prevista era la de la red de alta tensión. El interrogante queda abierto sobre si se ha respetado, en esta fase, aquel compromiso.

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