Industria y eléctricas confían en un rápido acuerdo sobre intercambio de activos

El ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, y los presidentes de las principales empresas eléctricas confían en llegara un rápido acuerdo sobre la configuración del nuevo mapa eléctrico nacional, que forzará a las principales compañías a abrir un complicado proceso de intercambio de activos, participaciones y mercados respectivos. Ayer, Industria dio por concluida su primera ronda de negociaciones separadas con los presidentes de las sociedades, que proseguirá, previsiblemente, la semana próxima con un encuentro con todos ellos, en el que quedará perfilado un compromiso global.
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El ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, y los presidentes de las principales empresas eléctricas confían en llegara un rápido acuerdo sobre la configuración del nuevo mapa eléctrico nacional, que forzará a las principales compañías a abrir un complicado proceso de intercambio de activos, participaciones y mercados respectivos. Ayer, Industria dio por concluida su primera ronda de negociaciones separadas con los presidentes de las sociedades, que proseguirá, previsiblemente, la semana próxima con un encuentro con todos ellos, en el que quedará perfilado un compromiso global.

El pasado martes, el secretario general de la Energía y Recursos Minerales, Martín Gallego, y la directora general de la Energía, Carmen Mestre, recibieron en la sede del ministerio de Industria al presidente de Unidad Eléctrica (Unesa), Juan Alegre Marcet, con el que, aparte de las cuestiones derivadas de la reordenación del sector, se habló de la situación de Fuerzas Eléctricas de Cataluña (Fecsa), empresa de la que Alegre es presidente.Ayer y el miércoles, el equipo energético del ministerio mantuvo entrevistas con los presidentes de otras empresas llamadas a ceder activos/mercado (vendedoras, en la jerga del sector), con los que se realizó un repaso, de cara al encuentro previsto con Solchaga, a los compromisos a los que estas sociedades estarían dispuestas a llegar en la elaboración del nuevo esquema eléctrico. Las entrevistas de esta semana completan las realizadas en días anteriores, por parte de Solchaga, con los presidentes de las empresas denominadas compradoras (Endesa, Iberduero y Española).

Aunque la impresión general recogida en medios del sector y de la Administración es que las posiciones se encuentran todavía muy alejadas, debido a la existencia de una enorme diversidad de alternativas e hipótesis sobre las que se trabaja, el deseo del ministerio de Industria y Energía es llegar a un rápido acuerdo, de forma que el mismo tenga efectos sobre la cuenta de resultados correspondiente al ejercicio en curso. Un acuerdo sobre intercambio de activos supondría, en este sentido, un sistema de compensaciones eléctricas menos oneroso y gravoso para determinadas sociedades y un alivio en la situación financiera de otras.

Fuentes consideradas informadas apuntan que las negociaciones entre Solchaga y su equipo y los presidentes de las sociedades se circunscriben a un marco de actuaciones que, con variantes importantes, se estableció hace más de un mes la carta que el sector envió al ministerio, firmada por los presidentes de las cinco principales sociedades del sector. A este marco general se le habría introducido un papel mucho más activo a dos empresas (Sevillana y Española) que, a juicio de fuentes solventes, quedaban con una responsabilidad limitada de cara a la reordenación del sector sugerida en la mencionada misiva.

La triple batalla

En estos momentos, las negociaciones están centradas en lo que algunas fuentes denominan las tres batallas principales de la reestructuración del sector: la del centro, la del norte y la de Cataluña. En la primera, se trataría de racionalizar el mercado de Madrid mediante la cesión del mercado de Iberduero (un 17%) a una de las dos empresas que ya actúan en el mismo.Se trataría, según estas fuentes, de que a cambio de este mercado, y de Saltos del Sil, Iberduero, obtendría ventajas o participación en Almaraz, cesión a la que estaría dispuesta Española. Hidrola entaría, además, en Trillo y Valdecaballeros. Sevillana, por su lado, aumentaría su participación en Almaraz y, a cambio, ayudaría a Española en otros frentes geográficos.

En el norte, pese a las informaciones contradictorias, existe la idea de que Iberduero pueda llegar a acuerdos estables con Electra de Viesgo e Hidrocantábrico y que, además de racionalizar su extensión por el sur, consiga una estructura productiva estable en la zona al norte del Duero. Se abunda, asimismo, en la idea de que la sociedad vasca incremente su parque con una térmica, que sería de procedencia Unión-Fenosa.

En Cataluña, fuentes informadas apuntan que la idea barajada se basa en un reparto de papeles entre Endesa y Española. El problema de la empresa pública, sin embargo, sería Enher y la necesidad de que su cuenta de resultados no se deteriore demasiado para no repercutir aún más sobre el Estado la pesada carga que supone ya el INI. El mayor papel atribuido a Española va en función de este deseo, aunque las condiciones impuestas por esta empresa forzarían a una redistribución de activos superior a lo previsto.

Pese a su complicidad, fuentes solventes muestran su confianza en que el nuevo mapa eléctrico pueda quedar dibujado, en sus trazos generales, la próxima semana, aunque su anuncio oficial quede relegado al proceso de los últimos datos que el ministerio ha reclamado a algunas empresas.

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