Los 'usamericanos'
He pasado un rato delicioso leyendo el artículo de don José Ortega Spottorno (EL PAÍS, 23 de octubre de 1984). Ágil y entretenido, es una muestra de buen periodismo y del más fino humor, y si esa sensata petición fuera atendida., triunfaría Mondale. Pero mi modesto comentario va a un punto concreto del artículo, también importante, y que creo no deberíamos dejar pasar inadvertido, sino tomarlo muy en serio los españoles, o mejor dicho, todos cuantos hablamos español. Me refiero, claro es, al neologismo, usamericano, que se saca don José de la manga y aplica, en dicho artículo, a los ciu...
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He pasado un rato delicioso leyendo el artículo de don José Ortega Spottorno (EL PAÍS, 23 de octubre de 1984). Ágil y entretenido, es una muestra de buen periodismo y del más fino humor, y si esa sensata petición fuera atendida., triunfaría Mondale. Pero mi modesto comentario va a un punto concreto del artículo, también importante, y que creo no deberíamos dejar pasar inadvertido, sino tomarlo muy en serio los españoles, o mejor dicho, todos cuantos hablamos español. Me refiero, claro es, al neologismo, usamericano, que se saca don José de la manga y aplica, en dicho artículo, a los ciudadanos y al pueblo de Estados Unidos.Hoy día en España, y cada vez más, todos entendemos el adjetivo americano como referido en exclusiva a EE UU, salvo que el contexto indique claramente que no es así. El daño es doble: de un lado, a la parte del Nuevo Mundo mayor en extensión y población hay que referirse con un adjetivo compuesto, como hispano, ibero o latinoamericano (no entremos a reflexionar sobre esta pluralidad tan poco grata); de otro, y es aún peor, nos hemos quedado sin adjetivo para la totalidad de ese Nuevo Mundo. (Tengo que decirlo así, porque el sustantivo América está ya también monroizado, como la realidad que designa.)
El vocablo yanqui ha ido cayendo en total desuso y tiene matiz peyorativo. Usamericano no lo tiene y resulta neologismo correcto, en todos los sentidos, y expresivo. Debe prosperar, y para ello todos tenemos la palabra, pues el uso de todos es derecho y norma en este campo.
Yo, modestamente, me apunto y me complazco en expresar gratitud y felicitación al buen escritor creador del vocablo. ¡Que lleguemos a verlo incluido en la próxima edición del Diccionario de la Real Academia.'-