Cartas al director

El impuesto sobre la renta y las parejas

Soy uno de los contribuyentes (minoritarios) que junto con mi mujer -que también trabaja- estamos siendo perjudicados por un impuesto sobre la renta que nos cuesta cada año mucho más de lo que nos costaría si no hubiera entre nosotros relación de matrimonio.Esta inconsecuencia administrativa, que lleva perjudicándonos desde hace muchos años, parecía que iba a resolverse en las últimas elecciones, donde todos los partidos incluyeron en sus programas la reparación de la pifia cometida.

El señor Borrell está de acuerdo en que hay un conjunto de familias perjudicadas y que habrá que ...

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Soy uno de los contribuyentes (minoritarios) que junto con mi mujer -que también trabaja- estamos siendo perjudicados por un impuesto sobre la renta que nos cuesta cada año mucho más de lo que nos costaría si no hubiera entre nosotros relación de matrimonio.Esta inconsecuencia administrativa, que lleva perjudicándonos desde hace muchos años, parecía que iba a resolverse en las últimas elecciones, donde todos los partidos incluyeron en sus programas la reparación de la pifia cometida.

El señor Borrell está de acuerdo en que hay un conjunto de familias perjudicadas y que habrá que tomar una decisión para remediarlo; pero, como por desgracia somos pocos (según el señor Borrell, somos menos del 4% de los contribuyentes), no parece haber la más mínima prisa en el Ministerio de Hacienda por resolverlo.

La conclusión es bien sencilla. El señor Borrell es un político que cuenta previamente el número de votos, y por debajo de un mínimo no trabaja.

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Desde mi punto de vista, y me imagino que desde el punto de vista de otras familias en un caso similar, dado que somos sólo un 4% de los contribuyentes y que al Ministerio de Hacienda le representamos tan poco, quizá fuera la mejor decisión depositar el importe de¡ impuesto sobre la renta en un notario y así, con esa medida de desobediencia civil, forzar al Ministerio de Hacienda a dar solución a un problema minoritario.

Un secretario de Estado no puede decir que un problema de este estilo es complejo y que se sigue estudiando. Esto es simplemente una forma de no dar respuesta y aplazar sine die el contencioso.

En un caso como éste, de agravio comparativo y donde la solución es simplemente independizar la tributación de las rentas ganadas por cada cónyuge, no se puede seguir tomándole el pelo a los contribuyentes, aunque sean pocos (el 4%, señor Borrell).

Personalmente, me parece justo y ético pagar impuestos, y que el Ministerio de Hacienda utilice todos los medios persuasivos y coercitivos para lograr que todos los españoles sean iguales ante el fisco. Por esa razón prefiero pensar que el artículo aparecido el sábado 27 de octubre en EL PAIS no responde a la realidad y que al señor Borrell sí le preocupa que existan unos contribuyentes discriminados.-

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