Los sandinistas confían en obtener un 65% de los votos y en una reducida abstención

El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) está convencido de que ganará las elecciones que ayer se celebraron en Nicaragua con el 65% de los votos y que el índice de abstención será inferior al 20%. Así lo aseguró, tras depositar su voto, Sergio Ramírez, miembro de la Junta de Gobierno y candidato sandinista a la vicepresidencia de la República. El virtual presidente, Daniel Ortega, confirmó ayer su intención de formar un Gobierno monocolor.

El orden y el silencio fueron los denominadores comunes del desarrollo de la jornada electoral, la primera que tiene lugar en la república...

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El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) está convencido de que ganará las elecciones que ayer se celebraron en Nicaragua con el 65% de los votos y que el índice de abstención será inferior al 20%. Así lo aseguró, tras depositar su voto, Sergio Ramírez, miembro de la Junta de Gobierno y candidato sandinista a la vicepresidencia de la República. El virtual presidente, Daniel Ortega, confirmó ayer su intención de formar un Gobierno monocolor.

El orden y el silencio fueron los denominadores comunes del desarrollo de la jornada electoral, la primera que tiene lugar en la república centroamericana desde el 20 de julio de 1979, fecha en que fue derrocada por las armas la dictadura somocista.A pesar de estar inscritos otros seis partidos, tan sólo el Frente Sandinista contaba con interventores en todas las mesas. En la mayoría de los colegios, en solitario, lo cual revela la escasa implantación de las formaciones que han decidido acompañar a los sandinistas en estas primeras elecciones, según informan desde Managua nuestros enviados especiales, Jesús Ceberio y Soledad Gallego-Díaz.

La oposición propiamente dicha, encarnada fundamentalmente por la Coordinadora Democrática Nicaragüense (CDN) y diversos sectores liberales y conservadores, renunció a participar en estos comicios, por considerarlos "ilegítimos", según explicó ayer Arturo Cruz, quien insistió en que nunca habrá paz en Nicaragua "sin democracia ni pluralismo".

Un total de 1.560.588 nicaragüenses han sido llamados a las urnas para elegir al presidente de la República -cargo que recaerá sin duda en Daniel Ortega-, un vicepresidente y 90 diputados para la Asamblea Nacional, por un período de seis años, los dos primeros considerados constituyentes.

La abstención de la CDN no impidió a Cruz reconocer implícitamente al futuro presidente electo y advertirle que le espera un "reto histórico": establecer un régimen presidencialista republicano que acabe con la implantación del partido único.

Por su parte, el arzobispo de Managua, Miguel Obando y Bravo, aprovechó su homilía dominical para pedir a los gobernantes que sirvan a todo: el pueblo nicaragüense y no sólo a los sandinistas.

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