Cartas al director

El incidente del 'Sonia'

Lamento que EL PAIS, que en otras ocasiones no lejanas, cuando ejercía como embajador en Líbano, no me negaba el título de embajador de España y alababa mi actuación en defensa de los súbditos e intereses españoles, lance con toda impunidad e ignorancia de los hechos un ataque contra miPasa a la página 12 ...

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Lamento que EL PAIS, que en otras ocasiones no lejanas, cuando ejercía como embajador en Líbano, no me negaba el título de embajador de España y alababa mi actuación en defensa de los súbditos e intereses españoles, lance con toda impunidad e ignorancia de los hechos un ataque contra miPasa a la página 12

El incidente del 'Sonia'

Viene de la página 11prestigio profesional en su edito rial Embajador de quién, el pasado día 22 de octubre.

Quiero subrayar, antes que nada, que en mis 30 años de carrera diplomática y seis de embajador no he hecho más que servir los intereses de España, de su Gobierno y de los diferentes sectores nacionales.

El pasado viernes 19 de octubre, a las 14.30 horas, el oficial de guardia de la Marina irlandesa en Dublín me informó que el patrullero Ashling había conminado a dete nerse al arrastrero español Sonia, en aguas exclusivas irlandesas, a la altura de las islas Saltee. El oficial irlandés me informó que el pesquero español iniciaba la fuga y que el buque irlandés le había lan zado una salva de advertencia por encima de la proa.

Pregunté al oficial irlandés si estaba en contacto radiofónico con el pesquero español, a lo que con testó afirmativamente. Le rogué se transmitiera desde la patrullera al Sonia mi orden o ruego de que pararan máquinas y se pusieran a disposición de las autoridades irlandesas. De haberlo hecho, el Sonia hubiera entrado en puerto, sus tripulantes no hubieran corrido el menor peligro y el pesquero se hubiera salvado. La Marina irlandesa me informó que el Sonia se negaba a recibir vía radio.

No supe más hasta las seis de la madrugada del sábado 20, cuando conocí el hundimiento del Sonia en aguas británicas.

Desde el primer momento, y personalmente, monté el dispositivo para que los tres tripulaates españoles rescatados por el carguero alemán Achat fueran atendidos a su llegada a puerto irlandés. Ordené al vicecónsul de España en Waterford, señor Farrell, recibiera a, nuestros marineros, les proveyera de ropa y alojamiento y les prestara la máxima asistencia consular y jurídica, para que no tuvieran el menor contratiempo con las autoridades irlandesas. Hablé tefefónicamente a las doce horas del mismo sábado con los tripulantes. a su llegada, les felicité por haber salvado sus vidas y les ofrecí toda la solidaridad de la Embajada. Ordené a la delegación Iberia-Dublín emitiera tres billetes Dublín-Madrida-Bilbao para que viajasen el domingo. Una vez comprobado que estaban en buen estado y libres, el sábado, a las 19.30 horas, llamado por mi ministerio para informar y para atender algunos asuntos familiares sobre las que EL PAIS, entiendo, no tiene derecho a inmiscuirse, emprendí viaje a Madrid.

En la mañana del sábado, numerosos medios de comunicación españoles, agencias, diarios y radios, me telefonearon inquiriendo noticias y detalles sobre el Sonia. La única versión que yo tenía en aquel momento era la irlandesa.

Nunca aprobé el ametrallamiento, del barco, y en declaraciones que hice a la radio nacional irlandesa, a la una de la tarde del sábado 19, dije que "creía que la violencia no debe ser nunca la respuesta a la defensa de unos derechos económicos; a un cazador furtivo no se le puede disparar, porque la vida del hombre es más importante que la del pájaro".

"La decisión de disparar contra el pesquero es grave, porque pone en peligro 16 vidas humanas, y creo que el Gobierno y la opinión pública irlandesa hubiera reaccionado con horror si hoy en el mar de Irlanda hubieran aparecido flotando 16 cadáveres españoles".

El incidente del Sonia era de suma gravedad. Desde el primer momento intenté, primero, proteger a los tripulantes del Sonia y evitar, después, que el incidente constituyera un grave obstáculo a la defensa de los intereses del sector pesquero español, que conoce muy bien mis afanes y esfuerzos en su favor.

Soy lector de EL PAIS desde su número 1, y me apena el tono con el que intenta lincharme profesionalmente y no sólo a mí, sino a los miembros de la carrera diplomática, cuya divisa ha sido siempre el servicio a España.- -Embajador de España en Irlanda.

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