El despliegue de los SS-22 soviéticos es paralelo al de los euromisiles
Especialistas militares de la, OTAN estiman, tras confirmarse el d , espliegue de misiles SS-22 soviéticos en la República Democrática Alemana, que la URSS ha decidido instalar en Europa oriental un total de 108 de estas armas, número idéntico al de los Pershing 2 norteamericanos que la Alianza pretende desplegar en la RFA para 1988.
Otras fuentes también militares consultadas en Bonn por France Presse interpretan que él nuevo plan soviético de rearme indica que Moscú tiene intención de reanudar las conversaciones de Ginebra sobre control de misiles nucleares de alcance intermedio (...
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Especialistas militares de la, OTAN estiman, tras confirmarse el d , espliegue de misiles SS-22 soviéticos en la República Democrática Alemana, que la URSS ha decidido instalar en Europa oriental un total de 108 de estas armas, número idéntico al de los Pershing 2 norteamericanos que la Alianza pretende desplegar en la RFA para 1988.
Otras fuentes también militares consultadas en Bonn por France Presse interpretan que él nuevo plan soviético de rearme indica que Moscú tiene intención de reanudar las conversaciones de Ginebra sobre control de misiles nucleares de alcance intermedio (INF) desde "posiciones de fuerza".
El propio ministro alemán occidental de Defensa, Manfred Woerner, confirmó oficialmente el martes las noticias oficiosas que ya existían acerca del despliegue por la URSS de misiles SS-22 fuera de su territorio. La instalación de estos cohetes, con un alcance de unos 800 kilómetros, tras el despliegue de unos 50 SS-21 (que alcanzan 121 kilómetros) en la RDA y Checoslovaquia durante los últimos 18 meses, constituye el segundo paquete de contramedidas adoptadas por el Kremlin frente al plan aliado de despliegue de 572 cohetes en cuatro países europeos. La URSS tiene, además, 572 núsiles euroestratégicos SS-20 en su territorio.
Los nuevos SS-22 desplegados en la RDA y Checoslovaquia amenazan directamente todo el territorio de la RFA, Bélgica, Holanda, Dinamarca y la mitad oriental de Francia, así como la mitad norte de Italia, el sur de Noruega y el sureste de Gran Bretaña.
Los obsobrvadores alemanes occidentales antes citados relacionan este último despliegue de cohetes soviéticos con una probable reanudación de las conversaciones de Ginebra, en la que la URSS trataría ahora de negociar sus SS-22 frente a los Pershing 2, sustrayendo a la discusión los SS20, que fueron el tema central de las negociaciones fracasadas a finales de 1983.