Reportaje:ACTIVOS

Una 'cesta' financiera para Navidad

El descenso del precio del dinero afectará negativamente a la rentabilidad

Los contribuyentes suelen recordar su última declaración de renta durante el último trimestre de cada año. Generalmente para mal, porque sí antes hubieran tenido en cuenta los aspectos desgravatorios de muchas inversiones, podrían haberse ahorrado bastante dinero. Este es por consiguiente un buen momento para empezar a buscar, dentro de la oferta que existe en el mercado, aquellas opciones que se adapten mejor a las necesidades de cada uno. Realmente existen productos para todos los gustos.Este año, sin embargo, no todo va a ser tan fácil. A la reducción del precio del dinero -consecuencia del...

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Los contribuyentes suelen recordar su última declaración de renta durante el último trimestre de cada año. Generalmente para mal, porque sí antes hubieran tenido en cuenta los aspectos desgravatorios de muchas inversiones, podrían haberse ahorrado bastante dinero. Este es por consiguiente un buen momento para empezar a buscar, dentro de la oferta que existe en el mercado, aquellas opciones que se adapten mejor a las necesidades de cada uno. Realmente existen productos para todos los gustos.Este año, sin embargo, no todo va a ser tan fácil. A la reducción del precio del dinero -consecuencia del reciente pacto entre banca y Gobierno para rebajar los tipos preferenciales de interés- se une la incógnita abierta por la futura ley sobre el régimen fiscal de de terminados activos financieros, todavía pendiente de publicación y de posterior desarrollo, así como de las normas que fije la próxima, reforma fiscal que el Gobierno estudia desde hace varios meses.

Quizá convenga recordar que el proyecto de ley sobre activos prevé la modificación del tratamiento fiscal de aquellos títulos calificados como de interés implícito -como pagarés, bonos, letras, cédulas, etcétera-, que hasta el momento eran tratadas como variaciones patrimoniales no sujetas a retención. Éstos serán considerados en el futuro como rentas de capital, por lo que sufrirán una retención del 18%.

Donde los interrogantes son mayores es en aquellos activos, determinados según criterios del Ministerio de Hacienda, que sufrirán una retención del 45% sobre sus rendimientos a cambio de mantener su opacidad fiscal.

Finalmente, los pagarés del Tesoro serán los únicos que no se encontrarán sujetos a ningun tipo de retención, aunque deberán ser incluidos en la declaración de renta.

Estos interrogantes fiscales deben fomentar una actitud de prudencia entre aquellos inversores que tienen como objetivo prioritario el acogerse ala desgravación del 15%. Y, en este sentido, tampoco se puede olvidar el favorable tratamiento, fiscal que se prevé para las inversiones.

La quiniela del ahorrador

También constituye otra interrogante la evolución real que vayan a registrar los distintos activos, y que de alguna manera estará marcada por la retribución de los pagarés del Tesoro., Pero siempre hay previsiones.Los bonos eléctricos continúan siendo los títulos más rentables, y ya para el próximo lunes se ha anunciado una emisión de Unión Fenosa con una rentabilidad del 13,75% anual y una amortización voluntaria a los tres años. Se prevé que, en octubre, Sevillana salga a este mercado, Hidrola en noviembre e Iberduero a finales de año. Los analistas consideran que el interés de estas emisiones se situará en torno al 13,5%.

Estos bonos, además, gozan de una doble desgravación: el 15% en la cuota por inversiones y del 95% sobre las retenciones a cuenta, con lo que, con una retención en la fuente del 1,2% pueden desgravar como si hubieran satisfecho una del 24%. Este mecanismo eleva su rentabilidad real en tomo al 23%/ 24%.

Los pagarés de empresa, esa especie de commercial paper a la española, deben mantener su rentabilidad un 0,5%/1 % por encima de los pagarés del Tesoro. De unos tipos que sitúan ahora en torno a un interés,anual del 14,5%, se prevé una reducción que les llevaría, a unos niveles del 13% o 13,5%.

El mercado de las letras de cambio, por su parte, ha desaparecido prácticamente ante las recomendaciones de las autoridades monetarias en este sentido. Los últimos tipos aplicados oscilaban en torno al 15,5%, pero es previsible que las emisiones -continúen paralizadas. De todas formas, su rendimiento se mantendrá ligeramente-por debajo de los pagarés de empresa.

Las cédulas hipotecarias han estabilizado su rendimiento en tomo al 13% -al que hay que añadir las desgravaciones fiscales-, aunque las previsiones apuntan a que hayan perdido un punto a finales de año.

Sentados en la banca

Los pagarés bancarios suelen ofrecer unos tipos por debajo de los pagarés de empresa, y en estos momentos el interés ofrecido se sitúa en torno al 13%/14%, aunque .cuando termíne 1984 pueden estar un punto por debajo de ese nivel.A fin de cuentas, la rentabilidad de los pagarés bancarios se encuentra íntimamente ligada a las retribuciones de las imposiciones a plazo, que vienen sufriendo importantes recortes desde hace varias semanas. Para el próximo lunes, sin ir mas lejos, se establecerá un nuevo retoque que situará el interés de éstas entre el 8% y el 10,5% anual, con la posibilidad de alcanzar el 11,5% en imposiciones superiores a los 10 millones de pesetas. No hay que olvidar que esta inversión sufre una retención del 18%, por lo que la rentabilidad real desciende en torno a un 1,25%.

Otros activos ofrecidos por la banca, como los bonos de caja, cuentan con unos rendimientos entre el 12% y el 1451. nominal, frecuentemente gozan de primas de emisión y la posibilidad de conversión en acciones nuevas o canje por acciones viejas. La evolución hasta finales de año, según los expertos, les obligará a perder un punto en su retribución. Igual puede suceder con los bonos de la banca oficial.

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