Cartas al director

Lo hemos oído

hasta la saciedad: Hacienda somos todos, tanto para contribuir como para recibir servicios. Ahora, la Audiencia Nacional declara que la enseñanza privada puede no ser subvencionada. Supongo que, en contrapartida, los padres que elijan este tipo de educación para sus hijos verán reducidos sus impuestos. Llevo muchos años como catedrático en la enseñanza pública y creo que tanto ella como la privada prestan un servicio importante a la sociedad. Ambas, pues, deben de ser protegidas por el Estado. Por eso, perdonen, temo que la Audiencia Nacional "patina". No sé si por error propio o porque el Gob...

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hasta la saciedad: Hacienda somos todos, tanto para contribuir como para recibir servicios. Ahora, la Audiencia Nacional declara que la enseñanza privada puede no ser subvencionada. Supongo que, en contrapartida, los padres que elijan este tipo de educación para sus hijos verán reducidos sus impuestos. Llevo muchos años como catedrático en la enseñanza pública y creo que tanto ella como la privada prestan un servicio importante a la sociedad. Ambas, pues, deben de ser protegidas por el Estado. Por eso, perdonen, temo que la Audiencia Nacional "patina". No sé si por error propio o porque el Gobierno le induce a ello.¡Vaya libertad esta! O me escoges a mí, o no hay dinero. Maravall y los suyos pretenden eliminar el ideario de centros porque ellos sólo admiten un ideal: el suyo, el de la escuela laicista y socializante. Si el dinero de la Hacienda Pública sólo financia ideas socialistas, y si el Estado es un coto cerrado del que sólo pueden servirse ellos, ¡que paguen impuestos sus 10 millones de votantes! El resto quizá preferiremos financiar otra libertad, la de elegir una enseñanza pluralista, la que nos dé la gana-

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