La Conferencia sobre Desanne en Europa se reabre en Estocolmo en un clima pesimista

La Conferencia sobre Desarme en Europa (CDE), en la que participa la totalidad, de los países europeos con excepción de Albania, más Estados Unidos y Canadá, inicia hoy en Estocolmo su tercera fase de conversaciones en un clima de cierto pesimismo respecto a la posibilidad de alcanzar los resultados positivos que no pudo lograr en los dos períodos anteriores. La conferencia no es independiente de la evolución general de las relaciones internacionales, y éstas no han experimentado desde la clausura de la segunda ronda, en julio pasado, una evolución que justifique el optimismo.Otro factor disco...

La Conferencia sobre Desarme en Europa (CDE), en la que participa la totalidad, de los países europeos con excepción de Albania, más Estados Unidos y Canadá, inicia hoy en Estocolmo su tercera fase de conversaciones en un clima de cierto pesimismo respecto a la posibilidad de alcanzar los resultados positivos que no pudo lograr en los dos períodos anteriores. La conferencia no es independiente de la evolución general de las relaciones internacionales, y éstas no han experimentado desde la clausura de la segunda ronda, en julio pasado, una evolución que justifique el optimismo.Otro factor discordante es la intención hecha pública el sábado en Washington de encomendar la delegación norteamericana a la Conferencia que plantee el caso del científico soviético Andrei Sajarov. Si ello ocurre, cabe esperar una áspera reacción soviética, tal como ha ocurrido en otras ocasiones similares.

Tampoco se puede descartar que alguna delegación aluda al reciente incidente sobre una supuesta violación del espacio aéreo sueco por parte de aviones soviéticos, que las autoridades suecas dicen haber comprobado plenamente; en tanto, las soviéticas sostienen que, no han podido confirmarla.

En sus dos fases anteriores la Conferencia de Estocolmo no logró ninguno de los objetivos decididos en la reunión de Madrid. No obstante, observadores y delegados entendían que a través de las discusiones de la primera fase se había logrado un mayor conocimiento de las intenciones de cada parte, lo que era imprescindible para poder llegar a algún acuerdo.

En la segunda fase, que terminó a comienzos de julio pasado, se empezaron a discutir algunas propuestas concretas. Una iniciativa de los países neutrales obtuvo el apoyo de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y cuando parecía que iba a contar con la aprobación unánime, el último día de la sesión del segundo período, los delegados del Pacto de Varsovia difirieron su aprobación solicitando más tiempo para estudiarla. Ahora ese tiempo parece haber llegado con esta tercera ronda, siempre y cuando nuevos elementos de discordia no surjan en el curso de las negociaciones.