El Gobierno español resta importancia a las alusiones de Hassan II sobre Ceuta y Melilla

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores español manifestó ayer que el Gobierno no ha concedido excesiva importancia a las alusiones hechas por el rey Hassan II de Marruecos a Ceuta y Melilla, al anunciar a su país la celebración de un referéndum nacional sobre el tratado de unión entre Marruecos y Libia. Hassan II habló de la unificación territorial de Marruecos, "sin olvidar a esas ciudades del Norte". Según manifestó a este periódico el citado portavoz, "el acuerdo no originará variación alguna en la política exterior española".Según el citado portavoz, el Gobierno español no tiene ...

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores español manifestó ayer que el Gobierno no ha concedido excesiva importancia a las alusiones hechas por el rey Hassan II de Marruecos a Ceuta y Melilla, al anunciar a su país la celebración de un referéndum nacional sobre el tratado de unión entre Marruecos y Libia. Hassan II habló de la unificación territorial de Marruecos, "sin olvidar a esas ciudades del Norte". Según manifestó a este periódico el citado portavoz, "el acuerdo no originará variación alguna en la política exterior española".Según el citado portavoz, el Gobierno español no tiene prevista reacción oficial alguna a las palabras de Hassan II, y simplemente se limitó a decir que, "si las autoridades de Marruecos insisten en esa idea, provocarán una nota de protesta del Gobierno español, como ha sucedido en otras ocasiones".

Para las autoridades españolas, el proyecto de unidad entre Marruecos y Libia "pretende romper el aislamiento al que parecía abocado Marruecos tras el tratado de unión entre Argelia, Túnez y Mauritania". Mediante el nuevo acuerdo libio-marroquí, según interpreta el portavoz de Exteriores, Libia cortará cualquier tipo de apoyo a los miembros del Frente Polisario.

Táctica coyuntural

Mientras tanto, Argelia criticó ayer oficialmente, por primera vez, el tratado libio-marroquí al afirmar que la política de ejes regionales "sólo sirve para consideraciones de táctica o preocupaciones coyunturales", informa la agencia Efe desde la capital argelina.

Una declaración del Comité Ejecutivo del Frente de Liberación Nacional argelino (FLN), que preside el jefe del Estado, Chadli Benyedid, afirma que el mencionado tratado dispersa los esfuerzos hechos hasta ahora para reconstruir la unidad del Magreb a partir de la firma del tratado de amistad y concordia suscrito por Túnez, Argelia y Mauritania en marzo de 1983.

El máximo órgano político del régimen argelino subraya, por otro lado, que la construcción de la unidad del Magreb no podrá alcanzarse "hasta que el pueblo del Sáhara Occidental no goce, como los otros, de la plenitud de sus derechos nacionales.

En Argel siguen considerando que el conflicto del Sáhara constituye un problema de descolonización y que el marco natural para resolverlo pacíficamente es la Organización para la Unidad Africana. Marruecos y Libia, por su parte, mantienen que el problema debe circunscribirse únicamente a la esfera magrebí, postura que, a juicio de los observadores, favorece a Hassan II, que intenta ganar tiempo a toda costa. EL FLN afirma que Argelia sigue dispuesta a "facilitar la reconciliación entre los pueblos hermanos de Marruecos y el Sáhara". El Frente Polisario, que la pasada semana censuró inmediatamente el acuerdo entre Gadafi y Hassan II, manifestó ayer su deseo de que "el primer resultado del tratado de unión sea la retirada de las tropas marroquíes del Sáhara", informa la agencia France Presse desde Argel, recogiendo un comunicado difundido por la organización saharaui.

El documento del Frente Polisario insiste en que el "principal obstáculo para la edificación del Magreb árabe sigue siendo la invasión marroquí del Sáhara", y reitera su oposición a que el problema sea sacado de su contexto africano. Entre tanto, el Frente Polisario está intensificando sus ataques contra las posiciones marroquíes en la ex colonia española.