Cartas al director

Doctores en paro

La carta "Defensa del título de doctor", redactada por, Rafael Díaz, presidente de la Real Academia de Doctores, de Madrid, ha sido escrita y publicada en su crítico momento, cuando se está produciendo -mediante legislación- un cambio en los requisitos de acceso a la función pública.La desvalorización del título de doctor en la ley de medidas para la reforma, de un modo general en la función pública y en particular en la docente, es aún un proyecto, mas pronto será realidad de no haber quien lo evite.

Por mi parte, desearía exponer que antes de tomar una decisión tan drástica se tuviera...

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La carta "Defensa del título de doctor", redactada por, Rafael Díaz, presidente de la Real Academia de Doctores, de Madrid, ha sido escrita y publicada en su crítico momento, cuando se está produciendo -mediante legislación- un cambio en los requisitos de acceso a la función pública.La desvalorización del título de doctor en la ley de medidas para la reforma, de un modo general en la función pública y en particular en la docente, es aún un proyecto, mas pronto será realidad de no haber quien lo evite.

Por mi parte, desearía exponer que antes de tomar una decisión tan drástica se tuviera en cuenta el esfuerzo intelectual de aquella generación que finalizó su carrera universitaria unos seis años atrás.

Esta juventud, al no tener posibilidades inmediatas de trabajo, siguió investigando y completando sus conocimientos: unos prepararon oposiciones año tras año, otros comenzaron una segunda carrera y una parte decidió realizar la memoria de licenciatura y posteriormente la tesis doctoral.

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Hoy, al cabo de ese tiempo, existe en España un número limitado de doctores en paro que esperan conseguir un trabajo en base al esfuerzo llevado a cabo.

Si ahora se desvalorizan -si es que no se anulan- los estudios del doctorado, se nos va a negar el acceso a la función pública apoyándonos en una titulación superior a la licenciatura, como hasta ahora se venía haciendo.

Nosotros no formamos el grupo de jóvenes menores de 25 años, pero tampoco hemos gozado de un primer empleo, y es evidente que, además de la satisfacción personal por poseer el título de doctor, tenemos que cubrir diariamente unas determinadas necesidades materiales.-

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