La CEE propondrá a España que mantenga durante 10 años las actuales cuotas pesqueras

Si finalmente los diez se ponen de acuerdo, y todo parece indicar que así será, presentarán el próximo viernes a España una propuesta completa sobre el capítulo pesquero que, de hecho, congelaría el actual nivel de pesca española en aguas comunitarias durante 10 años, tras la adhesión, que podrían ser prorrogables, según manifestaron ayer fuentes comunitarias. Esto puede llevar al año 2002. Para compensar esta oferta, y frente a las anteriores propuestas de la Comisión Europea, el Consejo de Ministros de la CEE permitirá la supervivencia de las empresas mixtas de pesca que España mantiene con ...

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Si finalmente los diez se ponen de acuerdo, y todo parece indicar que así será, presentarán el próximo viernes a España una propuesta completa sobre el capítulo pesquero que, de hecho, congelaría el actual nivel de pesca española en aguas comunitarias durante 10 años, tras la adhesión, que podrían ser prorrogables, según manifestaron ayer fuentes comunitarias. Esto puede llevar al año 2002. Para compensar esta oferta, y frente a las anteriores propuestas de la Comisión Europea, el Consejo de Ministros de la CEE permitirá la supervivencia de las empresas mixtas de pesca que España mantiene con países terceros, durante mi período transitorio aún no decidido, pero que puede variar entre 5 y 10 años.

"No es una oferta generosa, pero sí equilibrada", manifestó una fuente comunitaria. La propuesta llega con retraso sobre los calendarios negociadores. La negociación posterior para cambiarla será dura y difícil para España.La propuesta es similar a la que se entregó a Portugal el pasado 15 de mayo, con la diferencia fundamental de que en la española se toma en cuenta el acuerdo hispano-comunitario de pesca de 1980. Según la propuesta, si no hay cambios de Última hora antes de la sesión de negociación a nivel de suplentes del viernes, durante 10 años -prorrogables por mayoría cualificada en la CEE- España mantendría el nivel de pesca en aguas comunitarias "inmediatamente anterior a la adhesión": licencias y cuotas parecidas, tras años de drástica regresividad, a las de 1984 (una cuota máxima de 7.800 toneladas de merluza), que podrían disminuir en 1985.

La CEE no quiere volver a repartir las cuotas de pesca entre los actuales diez, ya que el equilibrio logrado en 1983 fue difícil de alcanzar. La CEE deja, sin embargo, abierta una puerta teórica a cierta progresividad -a nuevas licencias y cuotas para España-, si la propia Comunidad, con España participando en las decisiones, revisara sus criterios de conservación de especies a la alza. Pero ello es sumamente improbable.

Zonas prohibidas

Por otra parte, se prohibe el acceso español a las ricas aguas del box irlandés, zona protegida de 50 millas alrededor de Irlanda y entre ésta y -Francia. La CEE, evitando mencionar la expresión, hace caso omiso de las demandas españolas sobre sus derechos históricos. España tendrá acceso, como en la actualidad, a las 12 millas francesas, según el régimen del acuerdo bilateral con Francia. El tema de Canarias queda abierto, salvo una mención general de que el archipiélago debe quedar integrado en la política común de pesca.

La Comisión Europea, en su propuesta de declaración, había pedido una supresión casi inmediata de las empresas mixtas que España mantiene con países terceros: pesca bajo otro pabellón, con el apoyo de ayudas nacionales españolas y contrapartidas económicas. Estas empresas vienen a representar un 25% del total de la pesca española, frente al 10% que representa lo que saca de aguas comunitarias. En total, España obtiene un 60% de su' pesca de aguas de países terceros. Los diez, para equilibrar la declaración, están dispuestos a otorgar un largo período de transición -entre 5 y 10 años- para el desmantelamiento de estas empresas mixtas, y unos cinco años para otros acuerdos con países terceros.

La CEE insiste en la necesidad de que España haga un esfuerzo para reformar sus estructuras pesqueras, lo que indirectamente implica reducir la flota. Tras la adhesión, España tendrá acceso a las ayudas comunitarias normales para estos menesteres. En cuanto a la supresión gradual y recíproca de aranceles para productos pesqueros, la aproximación de precios y la supresión de ayudas nacionales españolas incompatibles con las comunitarias, la CEE se pronuncia por un período transitorio de siete años.

No obstante, para las sardinas y las anchoas, la Comunidad pide un desmantelamiento más lento de los aranceles, como en el caso portugués, a lo largo de 10 años. Teme la competencia y la sobreproducción. Es una medida destinada al caso portugués, pero España también exporta.

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