Destituidos el director y dos cargos de la prisión de Alcalá-Meco por la fuga de tres peligrosos reclusos

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha destituido al director del centro penitenciario de preventivos Madrid-2 (Alcalá-Meco), Carlos Parada, por la evasión el pasado día 20 de tres reclusos, expertos en fugas y considerados muy peligrosos por la policía. Además de Parada, han sido relevados de sus puestos el subdirector de dicha prisión, Pedro Ramos Cordero, y el administrador, Juan José Moya.

Fuentes próximas al Ministerio de Justicia informaron a este periódico que la fuga el pasado viernes de los reclusos Rafael Bueno, Antonio Álvarez y Antonio Retuerta, cuyo parader...

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La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha destituido al director del centro penitenciario de preventivos Madrid-2 (Alcalá-Meco), Carlos Parada, por la evasión el pasado día 20 de tres reclusos, expertos en fugas y considerados muy peligrosos por la policía. Además de Parada, han sido relevados de sus puestos el subdirector de dicha prisión, Pedro Ramos Cordero, y el administrador, Juan José Moya.

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Fuentes próximas al Ministerio de Justicia informaron a este periódico que la fuga el pasado viernes de los reclusos Rafael Bueno, Antonio Álvarez y Antonio Retuerta, cuyo paradero actual se desconoce, ha sido la "gota que ha colmado el vaso", y precisaron que "desde hace algún tiempo se habían detectado ciertas irregularidades y un progresivo deterioro dentro de la prisión debido a una falta de autoridad bien ejercida por parte de la dirección del centro".Las mismas fuentes señalaron que esta situación, anterior a la fuga del pasado viernes, había sido estudiada por las autoridades penitenciarias, que estimaron necesario el relevo del director de Madrid-2, Carlos Parada, dado que no hacía caso de las recomendaciones de los responsables penitenciarios y, en suma, se oponía a corregir las anomalías internas. La destitución del director estaba pendiente de firma cuando se produjo la evasión de estos tres reclusos.

En la prisión, inaugurada en el mes de agosto de 1982, había sido advertida un abandono en sus instalaciones, inhibición en el control de los internos, falta de vigilancia, suciedad y, en definitiva, una mala gestión. Todos estos aspectos habían sido recogidos en diferentes informes, realizados por distintas inspecciones, que los habían trasladado a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Este periódico intentó ayer sin éxito conversar con el ex director de Alcalá-Meco, Carlos Parada, para que opinase sobre las acusaciones hechas a su gestión.

Permisividad con reclusos

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Los resultados de estas inspecciones oficiales coinciden con las denuncias que desde hace varios meses vienen formulando en este sentido Convergencia Sindical de Instituciones Penitenciarias (CSIP) y el Sindicato Democrático de Prisiones (SDP), así como un sector de funcionarios de la citada prisión.

Los sindicatos penitenciarios, especialmente el SDP, venían observando que "la dirección del centro actuaba con excesiva permisividad con los internos peligrosos" y que se estaba produciendo un progresivo y grave deterioro dentro de la prisión, que incluso había degenerado en una situación de "ambiente de fuga o de motín".

Fuentes próximas a los funcionarios de la cárcel indicaron que en los últimos meses estaban entrando en el centro numerosas revistas especializadas en armamento y que algunos reclusos disponían en sus celdas de recortes de papel el simulando pistolas, así como camisas azules y botones muy similares a los que forman parte de los uniformes de los funcionarios.

Los reclusos que se fugaron -entre los que se encuentra Rafael Bueno, miembro de la banda que asesinó, en un hospital, el pasado mes de octubre en Burgos a dos policías nacionales- utilizaron una pistola simulada hecha de jabón y material metálico. Un alto responsable de Justicia manifestó que, aunque está muy bien imitada, a simple vista se ve que se trata de un arma no real, por lo que no se descarta "supuesta negligencia".

Investigación para delimitar responsabilidades en la fuga

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha abierto una investigación para delimitar responsabilidades, que, según fuentes del Ministerio de Justicia, podrían ir más allá de los tres funcionarios relevados "cualesquiera que sean los cargos y las funciones que desempeñen".

El instructor nombrado por el Ministerio de Justicia para el caso es el ex director de la cárcel Modelo de Barcelona, Máximo Herrero, que ayer inició las primeras diligencias. También ha sido nombrado un nuevo director para Madrid-2. Se trata de Juan Manuel Ruiz, hasta hace unos días subdirector de la Modelo, que tomará posesión del centro en breve.

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