SANIDAD

España carece de estudios epidemiológicos fiables sobre las enfermedades cardiovasculares

No se puede menospreciar la importancia de una dieta pobre en grasas saturadas en la prevención de la enfermedad cardiovascular, como tampoco los efectos favorables del ejercicio físico y las posibilidades de los fármacos, señaló ayer Amador Schüller, catedrático de Patología y Clínica Médica y rector de la Universidad Complutense. Habló durante la clausura del Simposio sobre Lipoproteínas y Aterosclerosis que se ha celebrado durante los dos últimos días en Madrid. Según los organizadores del simposio, en España no existen estudios epidemiológicos fiables sobre estas enfermedades.

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No se puede menospreciar la importancia de una dieta pobre en grasas saturadas en la prevención de la enfermedad cardiovascular, como tampoco los efectos favorables del ejercicio físico y las posibilidades de los fármacos, señaló ayer Amador Schüller, catedrático de Patología y Clínica Médica y rector de la Universidad Complutense. Habló durante la clausura del Simposio sobre Lipoproteínas y Aterosclerosis que se ha celebrado durante los dos últimos días en Madrid. Según los organizadores del simposio, en España no existen estudios epidemiológicos fiables sobre estas enfermedades.

Schüller resumía así las intervenciones de los investigadores españoles, británicos y alemanes participantes en el simposio, que se ha centrado en el estudio de los lípidos como principal factor de riesgo en la obstrucción de las arterias por depósitos de colesterol. La enfermedad cardiovascular, consecuencia en gran parte de la aterosclerosis, es la causa de un tercio de los fallecimientos que se producen en España, según el doctor José Antonio Gutiérrez Fuentes.La ausencia de datos estadísticos impide llegar a conclusiones como las recientemente alcanzadas en Estados Unidos, donde se demuestra la relación entre la dieta, el nivel de colesterol en sangre y el riesgo de infarto. A este estudio, realizado a lo largo de 10 años, se han dedicado 150 millones de dólares (22.500 millones de pesetas).

Sus conclusiones añaden el nivel de colesterol en sangre a otros factores de riesgo, como el tabaco, la hipertensión arterial, la diabetes o la obesidad.

La investigación de estas enfermedades ha llevado a resultados esperanzadores, según Gutiérrez Fuentes. En caso de alteración de lípidos en la sangre, la primera medida que se toma es prescribir una dieta pobre en grasas, y si ésta no produce el efecto deseado, se recurre a determinados fármacos.

El tratamiento combinado ha logrado en otros países una disminución de hasta el 20% en el número de infartos de miocardio, y del 25% en muertes por esa causa.

Alimentos desaconsejados: carne, grasas y leche

Los investigadores han encontrado que en los países cuya dieta es pobre en grasas no se produce esta enfermedad. Entre los alimentos desaconsejados en una dieta baja en colesterol -que debe ser fijada por el médico a cada paciente- están la carne roja, las grasas animales, los dulces, la leche entera, los quesos y los mariscos.Entre los alimentos que se puede consumir se encuentran frutas, verduras, pescados y la mayoría de los aceites vegetales.

En el simposio han participado los españoles Martín Municio y Schüller; los alemanes Nüssel, Assmann, Patscheke y Lang, y los británicos Shepherd y Lewis. Este último dio cuenta de las investigaciones llevadas a cabo que permiten pensar en una regresión de la enfermedad mediante un tratamiento prolongado.

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